"Proveer a todos de agua potable es el pilar de un Estado democrático"
El doctor en Economía, considerado padre de la Gerencia Social, dio una clase magistral en el Aula Magna de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). En entrevista con Agencia CTyS, brindó un análisis sobre el acceso al agua potable como indicador de inclusión social y el papel de las empresas en la sociedad.
Nicolás Camargo Lescano y Estefanía Shilton (Agencia CTyS)- “Millones de personas mueren cada día en todo el mundo por falta de agua”. Sencilla pero contundente, la frase de Bernardo Kliksberg, doctor en Economía, desnuda una realidad compleja, en la que un numeroso grupo de personas aún no cuenta con el acceso al agua potable.
Considerado padre de la Gerencia Social y director del Doctorado de Economía de la UNLaM, Kliksberg dialogó con Agencia CTyS acerca de los alcances de esta disciplina, el rol de las empresas dentro de la sociedad y las problemáticas que se suscitan en relación al acceso al agua potable. “A la ciudadanía no sólo hay que proveerla de agua, sino que también hay que educarla en la cultura del cuidado y saneamiento de la misma”, afirmó.
¿Cuál es la estrategia de la gerencia social en cuanto a la reducción de desigualdad social?
La gerencia social trata de articular los esfuerzos de los distintos actores de la sociedad para reducir la pobreza y la desigualdad. Eso significa el estado central, las provincias, los municipios, la responsabilidad de las empresas privadas, la sociedad civil y las universidades, que son un factor muy importante. Normalmente los actores no se coordinan, entonces lo nuevo que agrega la gerencia social es coordinarlos. Pero, además, tiene como eje central la participación de la comunidad. Es decir, coordinar pero abriendo las puertas a toda la comunidad, desde la sociedad civil al poder público. La combinación de articulación de los actores sociales y la participación de la comunidad puede mejorar mucho la efectividad de la implementación de las políticas sociales.
Con respecto a la responsabilidad social empresarial, esta se destaca por superponerse a las leyes y a las normativas. ¿Qué es lo que determina su autonomía?
Las empresas privadas son muy importantes en la economía. Pueden ganar dinero y, a la vez, causar mucho daño a la población. Por ejemplo, las tabacaleras han ganado mucho dinero pero matan a la mitad de sus consumidores, es muy directo, sin ambigüedad, ganan dinero pero la mitad de sus consumidores se mueren. Otro ejemplo es el de las comidas rápidas, que llenan a sus consumidores de grasas saturadas. Según la OMS, es la gran causa de la epidemia de obesidad infantil. Sin embargo, las empresas pueden llegar a obtener beneficios tratando de servir a la comunidad. Un ejemplo de ello es el Banco Hipotecario, que es una empresa mixta, que tiene capital público y privado. Es la empresa que está implementando el gran programa de vivienda masiva, el instrumento del Estado para implementar el programa de vivienda masiva más grande que haya tenido el país en muchos años. Está obteniendo beneficios al mismo tiempo que está dando un servicio a la comunidad. Es decir, trae un producto noble. Las empresas deberían generar productos nobles. Yo siempre exijo de las compañías cinco cosas para que una empresa sea considerada responsable: que traten bien a sus empleados, juego limpio con los consumidores, medioambiente y tener un alto nivel de compromiso social para invertir y ayudar a las políticas públicas con los problemas sociales.
¿Cuál es el debate que se suscita en relación al papel de las empresas en la sociedad?
Mi propuesta no es por las buenas, es por presión social. Mi idea es que los ciudadanos se organicen, participen y presionen. Los cambios que se han conseguido, donde se han conseguido, ha sido porque los consumidores se organizan y dicen “No consumimos más si sus productos no son saludables”. La sociedad civil debe organizarse y haga boicot contra las empresas irresponsables. Hoy hay un boicot contra las empresas que contratan a mujeres en Bangladesh y les pagan 38 dólares por mes y no invierten un centavo en seguridad. Esta empresa fue responsable de la muerte de 1.200 obreras, cuando se derrumbó un edificio pocos días atrás. Ese es el objetivo: consumidores organizados, sociedad civil organizada. O pequeños inversionistas, que les han robado sus ahorros en la crisis económica del 2008. Así como presionan (y es bueno y sano que lo hagan) para que sus políticos sean éticos, deben presionar para que los empresarios sean éticos. La clave para que esto avance es la comunidad organizada y participante.
¿Cuáles son las trabas que impiden que se desarrolle un acceso igualitario a los alimentos?
Una traba fundamental es el encarecimiento de los precios de los alimentos por la inflación. Los fondos buitres que especulan en el mercado de acciones lo hacen también en el mercado de los alimentos. Los pobres del mundo no pueden comprar, porque las desigualdades sociales son atroces en el planeta. El 1 por ciento más rico tiene el 43 por ciento del producto bruto mundial. El 50 por ciento más pobre tiene menos del 2 por ciento del producto bruto mundial. Si se da trabajo decente a todo el mundo y si se regula el mercado de alimentos, habrá acceso a alimentos para todos.
¿Cómo repercute en la inclusión social el acceso al agua potable? ¿Qué rol cumple el Estado?
Sin agua potable no se es ciudadano, directamente. Se puede tener un documento de identidad y un pasaporte, sino se tiene agua potable es una traba que hace que la persona no sea un ciudadano, no puede ejercer su derecho. Sin agua potable no hay salud y sin salud no hay ningún otro derecho.
El rol que cumple el Estado es fundamental. Así como garantiza que toda persona que nace o llega al país es acogida, tiene derecho a acceder a un documento de identidad y a asistir a una escuela primaria gratuita, agua para todos es el pilar de un estado democrático, si no hay agua para todos no hay un Estado democrático.
La Argentina ha demostrado desde el 2003 al 2013, en el periodo de Néstor y de Cristina Kirchner, que es posible reestablecer ese derecho que no existía cuando terminó el gobierno de Carlos Menem. Las cifras son muy concretas, 5 millones de argentinos que no tenían ese derecho y que ahora lo tienen. Si bien se necesita seguir avanzando, se pudo lograr mucho en un corto plazo.
¿Qué políticas se implementan para garantizar el saneamiento? ¿Podría mencionar algunas que se desarrollen en Argentina y el MERCOSUR?
En todo el UNASUR están avanzando los derechos fundamentales de la población. Cuando Lula y Dilma sacaron a 40 millones de la pobreza y los convirtieron en clase media, uno de los elementos centrales fue reestablecer el derecho al agua y al saneamiento en partes muy importante de Brasil que no los tenían. En la misma dirección están yendo el resto de los países de la UNASUR.
¿A qué se refiere cuando afirma que la crisis económica mundial tiene factores estructurales? ¿Hay una salida de la crisis a corto plazo?
Un factor totalmente estructural son las políticas que se están aplicando. Las políticas neoliberales son causantes de la crisis. No se va a salir de la crisis mientras no se cambien estas políticas. Europa no está saliendo de la crisis, sino que se está hundiendo más por aplicar políticas neoliberales.
En cuanto al círculo perverso que se produce entre la corrupción y la desigualdad, en tanto cada una se retroalimenta a partir de la otra, ¿usted cree que es una situación que puede llegar a solucionarse?
Los países nórdicos encabezan la tabla mundial de transparencia internacional. Tienen muy poca corrupción o casi nada de corrupción. En este sentido, es viable suprimir la corrupción en cualquier lugar. Ahora, no es casual, los países nórdicos tienen la mejor tasa de igualdad en el planeta. Entonces, ahí está secreto. Cuanta más igualdad, la población tiene más educación, participa y vigila que no haya corrupción. Cuanta más educación haya en Argentina y cuantos más chicos terminen el colegio secundario, más fácil será eliminar la corrupción.
Bernardo Kliksberg, considerado el creador de la Gerencia Social, es doctor en Economía y en Ciencias Administrativas, sociólogo y contador público. Dirige el Doctorado en Ciencias Económicas de la UNLaM.
Gran Maestro y Doctor Honoris Causa de la UBA, asesor especial de la ONU y otros organismos internacionales, fue reconocido como Profesor Honorario y Emérito en numerosas universidades del mundo.
Preside la Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social-Empresarial y el Centro Nacional de Responsabilidad Social-Empresarial de la UBA. También, creó el primer Programa de América Latina de Ética para el Desarrollo “Amartya Sen”, en el que la UNLaM participa desde sus inicios.