”El presupuesto del CONICET aumentó 600%”
La presidenta de la institución de promoción científica más importante de Argentina dialogó en exclusiva con CTyS y destacó el crecimiento registrado desde 2004. También remarcó la importancia de la transferencia del conocimiento, y subrayó que la gente debe conocer que “lo que hace el CONICET le puede ser útil en su vida diaria”.
¿Cuál es el objetivo central de su gestión al mando del Conicet?
Uno de los objetivos centrales es fomentar la transferencia a la sociedad de los desarrollos que se formulan en Conicet, sin que eso signifique relegar la propia función del Conicet; hay que seguir haciendo ciencia básica para después tener la posibilidad de transferir el conocimiento a toda la sociedad, transformándolo en desarrollo tecnológico. Estamos tratando de reforzar esos aspectos, con el objetivo también de que la sociedad se dé cuenta de lo que se hace en el Conicet le puede ser útil en su vida diaria.
¿Cuáles con los principales obstáculos para esa transferencia?
El problema es que la mayoría de los investigadores no saben, ni tampoco tienen por qué saber, hablar con las empresas. Desde el Conicet estamos trabajando en fortalecer y capacitar a la persona que tiene que saber hablar con el investigador y con la empresa. En este sentido, junto a otras instituciones de ciencia y técnica, como el INTA o el INTI, hemos constituido un consejo asesor que sirva de nexo entre las necesidades de la sociedad y los investigadores.
Eso es respecto al vínculo con los sectores privados y la sociedad civil. Ahora, respecto del Estado, ¿Qué relevancia tiene el conocimiento científico generado por el Conicet en la gestión de los asuntos públicos?
Es muy importante que el CONICET aporte a las instituciones del Estado un relevamiento o un estado de la situación de determinados temas; su función es brindar información para que las autoridades que tienen que tomar decisiones, puedan tomarlas con el respaldo del conocimiento científico. El conocimiento como herramienta de gestión pública puede resultar de suma utilidad como respaldo de las decisiones políticas.
También afianzaron la comunicación durante estos últimos años…
Consideramos que la comunicación institucional y la relación con la prensa son dos cuestiones muy importantes, que pueden ayudar a que el Conicet esté más presente en la sociedad. Hoy mucha gente dice: “El Conicet tiene prestigio, pero no sabemos qué hace ni para qué sirve”. Entonces, desde el año pasado, estamos trabajando mucho en ese aspecto, y creo que algo fue cambiando.
Dentro de la institución, ¿qué cambios ha implementado durante su gestión?
Uno de los más importantes fue la modificación en el sistema de ingreso a la carrera de investigador. Tradicionalmente, al Conicet, los investigadores entraban por orden de mérito, lo que generaba un desbalance en la distribución geográfica y disciplinaria de la producción científica. Para contrarrestar esta tendencia, el año pasado, implementamos un sistema a través del cual el 20% de los ingresantes a la carrera de investigador lo hicieron por prioridad de vacancia geográfica o por temática de investigación. Así, un 80% entró como siempre, por orden de mérito, lo cual tampoco es malo porque no pueden dejar de entrar los mejores, en tanto que otro 20% se eligió por el lugar o por el tema.
¿Cómo evalúa la situación de la ciencia en Argentina?
Desde 2004, el Conicet comenzó a incorporar más gente y a aumentar su capacidad económica. En los últimos años, el presupuesto del Conicet aumentó casi un 600%, y eso es hoy visible: el número de becarios se cuadruplicó en los últimos diez años y la cantidad de investigadores registró un aumentó significativo. Anualmente, se están incorporando alrededor de 500 investigadores y más de mil becarios, y, hoy ya somos alrededor de 6300 investigadores y 8100 becarios. También están volviendo muchos científicos del exterior a través del programa Raíces, que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
*Marta Rovira es Doctora en Ciencias Físicas e Investigadora Principal del Conicet, institución que preside desde abril de 2008, cuando se convirtió en la primera presidente mujer en los más de 50 años de historia del organismo. Durante nueve años fue directora del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE-UBA-CONICET).
Entrevista realizada por Javier D’Alessandro y Leandro Lacoa