Actores, territorio y procesos comunitarios. Un Análisis de Dinámicas y Conexiones

Un estudio llevado a cabo por el Observatorio Social de la UNLaM busca comprender cómo se establecen, fortalecen y transforman las conexiones entre los actores locales en un contexto de cambios socioeconómicos y tecnológicos.

En la actualidad, las organizaciones de la sociedad civil se vuelven cada vez más interdependientes y esto plantea la imperiosa necesidad de estrechar vínculos entre los actores involucrados en los procesos de desarrollo a través de la conformación de redes. Estas formas de organización han sido el foco de una reciente investigación sobre redes sociales comunitarias ejecutada por el Observatorio Social de la Universidad Nacional de La Matanza. El estudio, llevado a cabo por un equipo interdisciplinario de investigadores, busca comprender cómo se establecen, fortalecen y transforman las conexiones entre los actores locales en un contexto de cambios socioeconómicos y tecnológicos.

Fundamentada en los proyectos presentados y ejecutados en convocatorias anteriores, el estudio titulado “Actores, territorio y procesos comunitarios II. Redes comunitarias: fortaleciendo el entramado solidario” buscó consolidar una línea de trabajo materializada en una investigación aplicada caracterizada por la investigación-acción-participativa. Tal como se enuncia en el título, se indagaron las estructuras de las redes sociales de las comunidades locales, ya que esta estructura es un condicionante principal de la formación del interés colectivo, de la definición de objetivos, de la formación de las organizaciones y redes, y de la planificación del desarrollo. Por ello, la investigación buscó obtener una visión global de redes en los barrios vulnerables en los que el Observatorio Social viene trabajando desde el Programa de Intervención Comunitaria en Barrios Vulnerables (PICBV).

El análisis se basó en una combinación de metodologías cualitativas y cuantitativas, incluyendo entrevistas en profundidad, observación participante y análisis de datos provenientes de plataformas digitales y reuniones comunitarias.

Los hallazgos destacan que los actores comunitarios se organizan para cubrir necesidades que el individuo aislado no puede satisfacer, a través de diversos mecanismos que permiten ordenar a las distintas instituciones en funcionamiento o ayudar a que ciertos actores se organicen.


Uno de los principales resultados del estudio revela que la confianza y el sentido de pertenencia juegan un papel crucial en la sostenibilidad de las redes sociales comunitarias. A pesar de las ventajas, la mayoría de las comunidades enfrentan dificultades para construir y mantener redes comunitarias, generalmente relacionadas con la autonomía: las organizaciones tienen sus propios objetivos, liderazgo, voluntarios y métodos de prestación de servicios y fuentes de financiación que son esenciales para la supervivencia, que pueden dificultar la evolución de la red.

Para abordar este problema, los métodos de análisis de redes ayudan a analizar la naturaleza de vínculos interinstitucionales existentes y las “lagunas” en las redes que pueden limitar el logro de resultados a nivel comunitario. Además, se identificaron desafíos, como la brecha digital y la desigualdad en el acceso a recursos, que pueden influir en la estructura y funcionamiento de estas redes.

En diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM, Leonardo Battaglia, director del Observatorio Social explica: “La situación descripta, demanda acciones vinculadas al fortalecimiento de las redes comunitarias porque las organizaciones necesitan de ellas para abordar globalmente las temáticas o problemáticas de interés en un momento dado”.

Este estudio aporta conocimientos clave para el diseño de políticas públicas y estrategias de intervención que promuevan el fortalecimiento del tejido social en La Matanza y otras comunidades similares. Se espera que los resultados sirvan como base para futuras investigaciones y acciones orientadas a potenciar la resiliencia comunitaria y la participación ciudadana.

Estudio de caso: Red Hilvanando, tejiendo redes contra la violencia de género en La Matanza

En el conurbano bonaerense, donde las problemáticas de género requieren respuestas urgentes y articuladas, la Red Hilvanando se ha consolidado como un espacio de acompañamiento, prevención y asistencia para mujeres y diversidades en situación de violencia de género en La Matanza.

Esta red comunitaria, conformada por organizaciones sociales, profesionales y vecinas comprometidas con la lucha contra la violencia de género, trabaja en el territorio desde una perspectiva de derechos, brindando asistencia psicológica, asesoramiento legal y espacios de contención para quienes atraviesan situaciones de violencia. Además, desarrolla talleres de sensibilización en escuelas, centros culturales y espacios comunitarios, promoviendo la prevención y el fortalecimiento de redes de apoyo.

"Nuestro objetivo es generar espacios seguros donde las personas puedan encontrar acompañamiento y herramientas para salir de situaciones de violencia. No solo atendemos casos urgentes, sino que también trabajamos en la concientización y el empoderamiento", explicó Nancy Méndez, integrante de la Red Hilvanando.


El trabajo en red con otras organizaciones y el apoyo de instituciones locales han sido clave para fortalecer la labor de esta iniciativa, permitiendo una respuesta más efectiva ante casos de violencia. Sin embargo, desde la red advierten sobre la falta de recursos y la necesidad de un mayor compromiso estatal para garantizar políticas públicas sostenidas en el tiempo.

"Si bien hay avances, todavía falta mucho por hacer. Necesitamos más recursos, capacitación y políticas públicas que prioricen la erradicación de la violencia de género", afirmó Isabel Scarefullerys.

Por otra parte, en la indagación de esta red, a través de la metodología del Análisis de Redes Sociales (ARS), se analizaron las diversas características del sistema de relaciones bajo estudio, independientemente de la naturaleza de esas relaciones (políticas, económicas, de parentesco, amistad, cooperación y conflicto). Así se determinó su morfología, sus patrones de comportamiento general y su relación dialógica con los individuos que las componen, concluyendo que, respecto de su vinculación comunitaria, la red fortalece lazos entre diferentes actores sociales, promoviendo la colaboración; integra conocimientos tradicionales y contemporáneos en sus iniciativas; sus miembros tienen una fuerte identidad y compromiso con el desarrollo local y se adapta a cambios y necesidades de la comunidad.

A pesar de ello, la falta de recursos económicos puede afectar la sostenibilidad financiera. Asimismo, la dependencia de voluntariado, puede generar dificultades en la continuidad de proyectos y su escasa visibilidad externa, hace que aún no es ampliamente reconocida fuera de su ámbito de acción.

Sobre el rol de Observatorio Social en el fortalecimiento de los actores locales, la co-directora del proyecto, Vanina Chiavetta, señala: “La Universidad asume un compromiso en acompañar procesos de crecimiento y expansión de este tipo de redes, propiciando, alianzas estratégicas de colaboración con organismos públicos y privados. Pensar y actuar en términos de redes implica definir nuevos modelos institucionales de coordinación horizontal”. 

Mientras tanto, la Red Hilvanando sigue tejiendo lazos de solidaridad y lucha en La Matanza, demostrando que el trabajo colectivo y el compromiso social son fundamentales para construir una sociedad más justa e igualitaria.