17 de Octubre: mitos y alcances de una jornada histórica
Una docente e historiadora de la Universidad Nacional de La Matanza analiza los contextos y las consecuencias de una movilización masiva que trajo fuertes repercusiones a nivel político, social y cultural. El rol de Evita, el surgimiento de Juan Domingo Perón como candidato a presidente y por qué se puede considera a esa fecha como un suceso “original”.
Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)- Decenas, cientos, miles de obreros marchan, en una gigantesca movilización, hacia Plaza de Mayo y hacia la historia. Una multitud enardecida pide por la liberación de un joven militar, cuyo recorrido –como titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión, primero, y tres veces electo Presidente, después- cambiaría para siempre el devenir de la política argentina.
“El consenso general, más allá de que se piense si fue para bien o para mal, es que el 17 de Octubre es un enorme punto de inflexión: hay un antes y un después en la historia argentina a partir de este evento, porque es la irrupción de sectores que aparecen en la vida política y que previamente no habían estado”, esboza, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM, la historiadora Eliana de Arrascaeta.
Docente del Departamento de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), de Arrascaeta sostiene que hay varios aspectos interesantes de analizar sobre aquel célebre 17 de Octubre.
“No existe fecha similar en todo el siglo XX en Argentina y es interesante pensarlo como un hecho absolutamente original. Esa movilización, con ese nivel de éxito, no la tienen ni siquiera los países socialistas. Y las experiencias cercanas de la región, como Brasil o Colombia, terminaron muy mal o de forma trágica”, profundiza la historiadora.
El caso del nacimiento del peronismo, considera De Arrascaeta, tuvo fuertes implicancias políticas, para un país convulsionado que venía de las fraudulentas elecciones de la denominada Década Infame.
“Esa fecha fue testigo no solamente de la liberación de Juan Domingo Perón, quien se encontraba detenido en la isla Martín García. También se empieza a gestar la certeza de que iba a ser candidato a presidente- explica la especialista-. Hablamos de masas que se movilizan y se levantan para pedir la liberación del que, hasta ese momento, era el único dirigente que había dado cierto tipo de concesiones para esos sectores. Concesiones que, ya en la presidencia, se convertirían en derechos”.
El contrapunto con los viejos sectores y los mitos en torno a Evita
En aquel año, Europa estaba saliendo de los azotes de la II Guerra Mundial, que se había cobrado millones de vidas y con fuertes flagelos políticos y económicos desde 1939. Justo antes del 17 de octubre, Buenos Aires fue testigo de una manifestación por la paz, llevada a cabo por las clases medias -estudiantes, partidos tradicionales como los socialistas, radicales, entre otros- de Argentina.
“Hay una diferencia entre quienes formaron parte de esas movilizaciones, por ejemplo, que eran sectores acostumbrados a marchar, y quienes fueron los que marcharon por Perón en octubre. La movilización exitosa del peronismo, justamente, es la emergencia de las masas sociales a la vida política, con grupos que tenían una militancia sindical muy fuerte”, subraya de Arrascaeta.
Hay que hacer, para la historiadora, una diferenciación entre lo que fue el 17 de octubre como fecha y las construcciones y reconstrucciones que se hicieron después, desde distintos sectores y espacios. En ese sentido, algunas versiones aún sostienen del supuesto papel esencial que habría tenido María Eva Duarte en aquellas horas históricas. Para la docente, la realidad distó mucho de aquellas construcciones.
“Perón estaba detenido y, por lo tanto, es lógico que Evita, su compañera, hubiera estado preocupada. Pero de ninguna manera se la puede pensar como protagonista o con un rol relevante. Después de su viaje a Europa, en 1947, adquirió un rol político de cierta relevancia e independencia, como es la Fundación Eva Perón. Era una mujer de agallas, con su carácter y sus bemoles, pero, en ese contexto de 1945, en un mundo ultra machista, es difícil que haya podido tener algún tipo de injerencia”, analiza la experta.
Más allá de estas cuestiones, De Arrascaeta considera que el fenómeno político que se gestó en aquel 17 de Octubre fue tan enorme que ni el propio Perón podría dimensionar lo que se vendría. “Hay que tener en claro que una sola persona no hace ni organiza un evento de esta magnitud, hay toda una serie de factores influyendo ahí”, sostiene la especialista, quien da, como ejemplo, una carta que el futuro presidente de Argentina le enviaba, justamente, a Evita.
“Perón siempre se enojó cuando se descubrió esa carta, porque en ella contaba que, cuando lo liberaran y cuando terminara todo, se iban a ir al sur, a vivir. Tenía todo su derecho a dudar, a tener un plan B y a no saber cuál iba a ser su suerte. El 17 de octubre, evidentemente, trastocó todo. Pero, sin dudas, el liderazgo de Perón ha sido indiscutible”, concluye la historiadora.