Verano y cáncer de piel, una dupla preocupante
Según diversas organizaciones mundiales, la incidencia del melanoma, un tipo muy agresivo de cáncer de piel, está aumentando a nivel global y Argentina no está exenta de estas cifras. De cara al verano y las vacaciones, dos expertas explican el daño que puede producir el sol en nuestra piel.
Magalí de Diego (Agencia CTyS-UNLaM) - “Estoy tan blanca que parezco un fantasma”, “¡Que bronceado divino que tenés!, ¿a dónde te fuiste?”, “Estaba tan rojo que tuve que dormir sentado porque no soportaba ni la sábana”, estás son algunas de las tantas frases que se empiezan a escuchar cuando llega el verano. Por suerte, la moda del bronceado poco a poco se va extinguiendo. Sin embargo, los especialistas aseguran que todavía queda mucho por hacer en materia de educación.
El Informe sobre el Cáncer de Piel elaborado este año por la Coalición Global para la Defensa del Paciente con Melanoma, señala que en los últimos diez años los casos de melanoma han aumentado casi un 50 por ciento, lo que supondrá unas 60.000 muertes anuales. En línea con esto, las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que para 2025 el número de muertes por melanoma aumentará un 20 por ciento.
Ante este escenario, la doctora Ana Clara Acosta, Coordinadora de la Campaña Nacional de Cáncer de Piel, explicó que para prevenirlo es fundamental cuidarnos de la exposición imprudente al sol. “Los adultos - recomendó la dermatóloga - debemos evitar el sol directo entre las diez y las 16 horas, usar protector solar mayor a fps 30 o resguardarnos bajo una sombra. Además, hay que evitar la exposición de los menores de un año y las quemaduras solares en niños de cualquier edad”.
Los cánceres de piel son muchos; uno de ellos es el famoso melanoma. “Este tipo es agresivo cuando no se lo diagnostica en una etapa temprana, por eso es tan importante el control periódico de la piel”, explicó la médica del sector Oncología del Servicio de Dermatología del Hospital Ramos Mejía a la vez que agregó que “también hay otros cánceres de piel menos agresivos, pero mucho más frecuentes, como el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular”.
“El melanoma puede aparecer sin la necesidad de una lesión previa o bien desde la transformación de un lunar, es decir una lesión cutánea pigmentada que, en general, cumple con la regla del ABCDE: Asimetría, Bordes irregulares, varios Colores, Diámetro mayor a seis mm y Evolución por la modificación de la lesión”, detalló Acosta en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM al señalar los cambios a los que atender ante sospecha de melanoma.
La doctora Romina Girotti, investigadora de CONICET especialista en este tipo de cáncer de piel, asegura que la composición genética de cada persona es otro factor de riesgo importante. “Las personas de piel blanca con cabello rubio o pelirrojo que tienen ojos azules o verdes, o que tienen pecas, cuentan con una mayor predisposición a desarrollar melanoma”, especificó la experta.
“En el laboratorio encontramos que, en uno de los estadios más tempranos del melanoma - en el de los lunares - ya puede haber una mutación que esté presente y, a su vez, pueda adquirir nuevas mutaciones. Es decir, hay lunares que pueden tener esa mutación y nunca desarrollar un melanoma o puede ser que ese lunar, al estar expuesto a la radiación UV, empiece a adquirir nuevas mutaciones y produzca el melanoma y prolifere descontroladamente”, explicó Girotti que también es docente de la UADE.
En busca de mejorar los tratamientos
Por suerte, la ciencia ha dado pasos importantes en mejorar los tratamientos disponibles. “El melanoma metastásico era prácticamente incurable hace diez años, pero en el 2010, con el descubrimiento de la terapia dirigida y la inmunoterapia, dos de las grandes áreas de tratamiento oncológico, cambió el escenario de manera positiva”, destacó la investigadora del CONICET a la Agencia CTyS-UNLaM.
“Los pacientes que vivían más de cinco años conformaban solo un cinco por ciento. Ahora, más del 50 por ciento sobrevive y esto es gracias a las inmunoterapias. Con ellas se despierta a nuestro sistema inmune para que pueda volver a reconocer a ese tumor como un organismo extraño que debe ser atacado y eliminado. Sin embargo, un 50 por ciento de los pacientes aún no responde a estas terapias”, continuó la doctora en química biológica.
Ante esto, las investigaciones que lleva adelante Girotti en su equipo de investigación buscan, por un lado, entender esos mecanismos de resistencia para ver cómo se puede atacar al cáncer, qué terapias se podrían combinar para lograr que el tratamiento sea efectivo y, por otro lado, investigan el efecto de la radiación UV en el ADN. Los investigadores esperan que los resultados sean alentadores, pero, de todas formas, destacan la importancia de la prevención y el control anual.