Un nuevo bebé sufre microcefalia por zika en el país
Se trata del primer caso en Córdoba. La madre había contraído el virus en Bolivia, durante la gestación. Recientemente, un recién nacido murió en Tucumán por la misma infección, causada por el mosquito Aedes aegypti.
Sebastián Alonso - (Agencia CTyS-UNLaM) El 27 de enero del corriente año, autoridades del Ministerio de Salud de la Nación confirmaron que una mujer de 23 años llegó al país infectada con zika, siendo el primer caso detectado en el país. Tiempo después, el 12 de noviembre, en Tucumán, un bebé con microcefalia murió a los diez días de nacer a causa de la misma enfermedad. Ayer, la problemática llegó a tierras cordobesas.
La madre contrajo el virus en Bolivia, durante los primeros meses de gestación, y el niño nació con trastornos y fallas orgánicas en la Maternidad Nacional de Córdoba. La irregular situación había sido identificada en las ecografías iniciales por el Sistema Nacional de vigilancia epidemiológica y organismos de control provinciales.
“El flujo de personas que se mueven por trabajo y turismo entre Argentina y otros países de Sudamérica suma condicionantes para que se generé un problema importante en cualquier momento”, afirma Juan García, investigador del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores de la Universidad Nacional de La Plata, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM. El zika, a diferencia del dengue, también puede transmitirse por vía sexual.
En Córdoba, las diversas muestras evidenciaban alteraciones en el desarrollo neurológico del bebé y generaron una alerta ineludible. A través de estudios, los médicos comprobaron que la enfermedad congénita sufrida fue originada por el virus, promovido por la picadura del Aedes aegypti, vector también del dengue y el chikungunya.
Se trata de un caso de transmisión vertical, de madre a hijo, y es el primero registrado en la provincia. Las lesiones del sistema nervioso central encontradas se asemejan a microcefalias analizadas en Brasil y en Colombia, donde se multiplicaron los trastornos vinculados con embarazadas que fueron infectadas por la misma vía. Sin embargo, esa patología no es un síntoma excluyente. Según García, la infección “puede no causar microcefalia, pero sí afectar a mediano plazo al tejido nervioso, ya que el virus se adapta y se asienta en él”.
Por otra parte, hace dos semanas, la provincia de Tucumán se vio alterada por el fallecimiento de otro recién nacido que vivió solo diez días a causa del mismo padecimiento. Actualmente, la comunidad científica no encontró una vacuna específica para paliar la problemática, por lo cual el accionar más eficiente sigue siendo apostar a la prevención.
Desde distintos organismos orientados al cuidado de la población recomiendan que las mujeres embarazadas eviten trasladarse a regiones altamente afectadas o con riesgo de contagio, como ocurre en Brasil, donde de 100 casos anuales de microcefalia se pasó a detectar 4 mil.
A su vez, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que, para frenar la propagación del Aedes, se debe evitar conservar agua en recipientes como macetas, envases, o diferentes tipos de depósitos, una medida que, asegura García, permite eliminar “el 50% de la población del mosquito, porque es un insecto doméstico”. Además proponen no acumular basura, usar mosquiteros, y destapar los desagües para desalentar estancamientos.