Salud y cambio climático: comprueban que las olas de calor pueden reducir la fertilidad masculina
Así lo demuestra un estudio del CONICET, que reveló cómo la exposición prolongada a altas temperaturas incide sensiblemente en la calidad seminal. El trabajo es el primero en América en demostrar los efectos del cambio climático en la salud reproductiva de los hombres y puede ser una guía para el diseño de estrategias de adaptación.
Agustina Lima - (Agencia CTyS-UNLaM)- Las olas de calor son un fenómeno cada vez más frecuente en todo el mundo que trae múltiples consecuencias en la salud. Un estudio reciente del CONICET comprobó que la exposición al calor extremo afecta negativamente a la fertilidad masculina ya que provoca una baja en la calidad seminal.
“La temperatura tiene un gran impacto. Se ve reflejado, por ejemplo, en aquellos trabajadores que están más expuestos al calor, como en panaderías o metalúrgicas. Estos pueden presentar menor calidad seminal que otras personas no expuestas a altas temperaturas. Teniendo en cuenta este dato y que las olas de calor se presentan cada vez más en toda la región, es que comenzamos a estudiarlo en el laboratorio”, aseguró a la Agencia CTyS-UNLaM Ania Manjon, becaria doctoral del CONICET en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET) y una de las autoras del estudio.
Relación entre las olas de calor y la infertilidad masculina
Para llegar al resultado, se utilizaron datos de análisis de semen de cerca de 55 mil hombres de entre 18 y 60 años de la Ciudad de Buenos Aires entre 2005 y 2023. Esta información, a su vez, se combinó con datos de la temperatura ambiente en la ciudad de Buenos Aires, de registros del Servicio Meteorológico Nacional.
Para este período se registraron un total de 124 días con olas de calor. Las mismas son definidas como aquellos con al menos tres días consecutivos con temperaturas máximas y mínimas superiores a los 32,3°C y 22°C respectivamente, para Argentina.
“Nuestro análisis reveló que, en las muestras que estuvieron expuestas a olas de calor, hubo una disminución en la cantidad de espermatozoides. También hubo una mayor proporción de espermatozoides con formas anormales”, indicó Mónica Vazquez-Levin a la Agencia CTyS-UNLaM. Vazquez-Levin, investigadora Principal de CONICET, es coordinadora del estudio, y fundadora y coordinadora de AndroLATAM, Red de profesionales en Salud Reproductiva Masculina de Latinoamérica.
“Con estos datos podemos comenzar a estudiar qué consecuencias podemos tener a partir de ahora que conocemos cómo afecta la exposición a las olas de calor en las personas. Qué consecuencias poblacionales se pueden desprender y sobre todo también pensar cómo nos adaptamos al calentamiento global para mitigar estos efectos en la salud reproductiva”, agregó Manjon.
Paternidad planificada ¿a partir del clima?
En promedio, el grupo de hombres no expuestos a olas de calor tuvieron unos 65 millones de espermatozoides mótiles, es decir, con capacidad para moverse espontánea e independientemente. Los expuestos en años de máxima cantidad de olas de calor tuvieron alrededor de 58 millones. Si bien estos son valores promedios poblaciones, "aquellos hombres que presenten cantidades bajas de espermatozoides mótiles en su semen pueden presentar alteraciones que impacten en su potencial fértil al exponerse a las olas de calor”, afirmó Vazquez-Levin.
Las autoras aclararon que no conocían la fertilidad de los participantes del estudio. "Pero el hecho de que sus parámetros estén afectados cuando su producción espermática ocurrió durante olas de calor nos permite inferir que es posible que estos hombres tengan menos chances de concebir porque su semen se produce en una condición desfavorable”, agregan.
Los especialistas trabajaron en articulación con profesionales del Laboratorio Clínico CEUSA-LAEH de la ciudad de Buenos Aires y el SMN. Según indicaron desde el equipo, uno de los grandes desafíos del trabajo fue manejar la gran cantidad de datos biológicos y climáticos.
Estos últimos incluían registros de temperatura hora a hora de los 365 días del año durante 19 años. Para poder extraer información útil de esta vasta cantidad de datos se desarrollaron programas para depurar, organizar, combinar y analizar toda esta información.
Ciencia de calidad, ciencia para articular
“Nos llena de orgullo ser los primeros de América en marcar este impacto. Es importante resaltar que la ciencia argentina es respetada en todo el mundo y que trabajamos mucho para eso" resume, a modo de cierre, Vázquez-Levin. quien también es parte del programa Human Reproduction Programme de la Organización Mundial de la Salud.
“Este hallazgo destaca también que sólo mediante el trabajo articulado entre los ámbitos científico, asistencial y de políticas sanitarias podremos enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático. Así, podremos un mejor escenario para la salud reproductiva y general de las personas y de las próximas generaciones”, concluyeron.