Enfermería y ciencia: un vínculo sólido con el territorio
Un programa de investigación de la licenciatura en Enfermería, del Departamento de Ciencias de la Salud, desarrolla líneas de estudio vinculadas a problemáticas de la comunidad matancera. Salud sexual y reproductiva, materno-infantil, embarazo y fecundidad adolescente, epistemología del cuidado y Atención Primaria de la Salud son algunos de los ejes en que se enfoca el programa.
Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)- Desde sus inicios, las carreras del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de La Matanza se propusieron establecer un fuerte vínculo con la comunidad matancera, para fortalecer y potenciar el diálogo con el territorio en que se encuentran insertas. En ese marco, desde 2013, la licenciatura en Enfermería de la UNLaM inició un programa de investigación, concentrada en articular la ciencia con las demandas territoriales.
“En una primera etapa, en 2013, las demandas más relevantes se vinculaban con la salud materno-infantil, por lo que se desarrollaron proyectos de investigación y tesis de grado vinculados con temáticas como salud materno infantil y salud sexual y reproductiva, con perspectiva de género”, explica Fernando Proto Gutiérrez, docente e investigador del Departamento de Ciencias de la Salud y coordinador del programa.
En 2018, se dio un proceso de revisión, donde se rediseñó el programa para incluir más ejes de las ciencias del cuidado, con 3 líneas principales de investigación: bioética del cuidado, salud materno-infantil y atención primaria de la salud. De esta manera, se resignificó el norte a seguir para adecuarlos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030.
“Hay que tener en cuenta que la enfermería no educa o promociona la salud de un modo unidireccional, sino que busca lograr autonomía en la comunidad para que esta logre generar sus propias estrategias de autocuidado”, aclaró Proto Gutiérrez, quien además es filósofo y magíster en Comunicación.
Nuevas definiciones de la salud
El coordinador de este programa explica que, de acuerdo a las nuevas visiones sobre la salud, el conjunto de creencias, hábitos o normas sociales, sean estas tácitas o explícitas, determinan de alguna forma lo que significa estar sano o enfermo. “En ese contexto, la definición de salud depende de los consensos o disensos que respetan e integran las múltiples determinaciones de la comunidad, lo que contribuye a construir un sentido plural y situado de salud en el territorio”, afirmó Proto Gutiérrez.
Teniendo en cuenta estas definiciones, desde el Departamento de Salud realizan, todos los años, un mapeo de la situación epidemiológica, para analizar el estado de situación de salud de las tres subregiones sanitarias de La Matanza, las patologías prevalentes, la gestión local y general del sistema de salud y los cambios respecto a las prácticas de cuidado que realiza la comunidad.
Un concepto que se transforma con el tiempo y las miradas
A lo largo del tiempo, el concepto de salud y de enfermedad se ha transformado y resignificado. Una visión, la más extendida, plantea a la salud desde un discurso biomédico, hegemónico y mercantilista: la enfermedad obedece a una disfunción o deformación del cuerpo o de la mente y se presenta una perspectiva hospital-céntrica, como espacio de separación entre lo “normal” y lo “anormal”.
“En muchos casos, es una visión que sigue imperando. De hecho, en ciertas definiciones la salud es definida como ‘el máximo estado de bienestar biopsicosocial posible’. El problema es establecer el estándar para garantizar ese estado óptimo en todas las dimensiones”, aclara Proto Gutiérrez. Otras perspectivas, en tanto, contemplan a la salud como un derecho que se alcanza a partir de políticas comunitarias de cuidado.
En la carrera de Enfermería, se arman equipos de estudiantes, docentes e investigadores a partir de la articulación de seis materias: Filosofía, Investigación en Enfermería 1, 2 y 3 y Taller de Investigación 1 y 2. “A lo largo de esas asignaturas, los estudiantes producen un proyecto de investigación con recolección de datos que, por lo general, se transforman en proyectos acreditados de investigación. Es clave que el estudiante pueda comprender su propio territorio y decolonizarse del discurso biómedico”.