Cáncer de próstata: estudian la biología para comprender su origen
Desde el CONICET, evalúan los mecanismos moleculares involucrados en el desarrollo, progresión y formación del tumor con el objetivo de asegurar la calidad de vida del paciente y mejorar las herramientas de diagnóstico para predecir el curso clínico de la enfermedad.
Agustina Fuertes (Agencia CTyS) - El cáncer de próstata es un factor común en hombres mayores de 50 años y constituye la cuarta causa de muerte por esa enfermedad a nivel mundial. El diagnóstico temprano es clave, pero los controles convencionales no resultan del todo suficientes para poder prevenir o curar este mal.
El “Antígeno Prostático Específico” (PSA) es un estudio específico que sirve para determinar la presencia de este tipo de cáncer y cumple la función de calcular los niveles séricos de una enzima producida casi exclusivamente por las células de la glándula prostática, lo cual permite diagnosticar tempranamente mediante un sencillo estudio de sangre.
Sin embargo, este método no resulta tan eficiente como se espera, ya que en muchas oportunidades se han presentado falsos positivos y falsos negativos por lo que, para que el resultado sea más preciso, es necesario también un examen de tacto rectal, ecografía y, llegado el caso de detectar alguna anomalía, una biopsia.
Javier Cotignola, Doctor en Biología molecular e investigador de CONICET, asegura que “el valor límite del PSA no es lo suficientemente sensible ni específico, y cada vez resulta más evidente que existen pacientes con cáncer de próstata con valores séricos normales, así como también, en algunas ocasiones, pueden elevarse por causa de otro tipo de enfermedades como la próstata agrandada o retención urinaria aguda”.
“A pesar de los avances de la medicina, la utilización de estos estudios no garantiza la detección del 100 por ciento de los tumores”, afirma el científico en entrevista con la Agencia CTyS, y aclara que en el laboratorio buscan especialmente “algún biomarcador que permita diferenciar los pacientes con cáncer de próstata de aquellos que tienen alguna patología prostática benigna”.
Explorando génesis y posibles soluciones
El origen de los tumores prostáticos todavía es un enigma debido a que no se conocen todos los factores desencadenantes del crecimiento descontrolado de las células. El doctor en biología molecular, subraya la importancia del estudio de “diferentes genes y vías de señalización que podrían estar involucradas en el desarrollo y progresión del cáncer de próstata”, con el objetivo de aumentar el conocimiento sobre la biología de estos tumores.
Cotignola resalta que en los estadios tempranos de la enfermedad, los tratamientos convencionales como la remoción quirúrgica de la próstata o la radioterapia, suelen ser suficientes. Pero, ¿por qué existen cánceres que se vuelven invulnerables a estas medidas? Esto ocurre cuando las células tumorales mutan, haciendo que el cáncer aumente su tamaño a pesar de que el paciente se encuentre bajo supervisión médica.
“Con el tiempo, los tumores se vuelven resistentes y el panorama es muy diferente, por eso es que estamos poniendo un esfuerzo muy grande en entender su biología y, en especial, comprender los mecanismos involucrados en la aparición de la resistencia a las terapias”, afirma el investigador de CONICET.
La importancia del diagnóstico temprano es clave: es necesario que se identifiquen aquellas células anómalas para luego poder diferenciarlas de otras patologías prostáticas. “Hoy en día no pudo lograrse ese objetivo y, por eso, el tacto rectal y el PSA siguen siendo los mejores métodos de diagnóstico”, subraya el bioquímico.
“Recientemente, nuestro grupo de investigación ha publicado un artículo donde mostramos que el análisis de algunas variantes en las secuencias del ADN podría predecir la aparición de recaídas”, destaca el investigador, y agrega que, si bien, todavía falta para que estos resultados puedan aplicarse en la práctica clínica, en un futuro “podrían convertirse en una herramienta más para mejorar el pronóstico de la enfermedad”.