El conflicto de la cultura moderna
Editorial UNC - Colección Mínima2011 - 72 páginas
Analista de singular agudeza, y criterio amplio y depurado, Georg Simmel no se preocupa por la solución de los problemas que enfoca su vigoroso pensamiento, sino que prefiere ahondar su contenido, destacando hipótesis, ideas, intuiciones. Nada más lejos de todo dogmatismo que su pensamiento. Ningún concepto cristalizado intercepta su libre y ágil movimiento...
Simmel fue un hereje para la ortodoxa filosofía profesional, la filosofía oficial que tan enérgicamente fustigara Schopenhauer. No es para asombrarse, entonces, que la Universidad de Heidelberg no le franqueara sus puertas, en calidad de profesor ordinario, y que, por este hecho, Georg Simmel, haya sido hasta su muerte un simple profesor extraordinario. No obstante, su aporte a la cultura filosófica del siglo XIX, y de nuestra época, es bien valioso. No en vano se lo puede señalar, ateniéndonos a la fuente en que buscó inspiración, como el representante legítimo y de mayor significación de la filosofía “que —son sus palabras— vive en el espíritu de una época en el estado de indicación, de fragmento, de presentimiento o de fundamento metafísico aun no formulado”; filosofía de la cual la sistemática no es más que una forma especial.