¡Echale flit!: crean un sanitizante natural para frutas y verduras
Un equipo de científicos de la Universidad Nacional de San Luis desarrolló FotoFlit, un producto a base de flora autóctona o introducida de la provincia puntana, que elimina insectos y microorganismos en alimentos, sin contaminar el ambiente. El proyecto fue premiado en el Concurso Nacional de Innovaciones 2023.
Marianela Ríos (Agencia CTyS - UNLaM) - El pasado 27 de septiembre, en el marco de la Cumbre Científica de Naciones Unidas, una investigación internacional reveló que el 100 por ciento de los participantes argentinos del estudio presentaron residuos de agrotóxicos en su organismo. El dato pone en relieve la necesidad de acceder a productos más amigables no solo con el ser humano sino con el ambiente.
Un proyecto de científicos de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) da cuenta que desarrollar este tipo de productos es posible y, aún más, bajo el sello de la ciencia local. Se trata de FotoFlit, un sanitizante obtenido a partir de productos naturales de la provincia puntana y que posee la facilidad de matar hongos, bacterias e insectos en frutas y verduras sin dañar el ambiente.
El estudio es dirigido por el doctor en Química e investigador del CONICET y la UNSL, Matías Funes, quien explicó, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM, que la funcionalidad del producto se basa en la terapia de fotodinámica. “Es una nueva forma de generar la muerte de microorganismos que difiere de los métodos tradicionales, como el uso de lavandina u óxido de cloro”, detalló.
¿Cuál es la principal diferencia? Según Funes, los sanitizantes comúnmente utilizados generan resistencia, lo que conlleva a que se deba utilizar cada vez mayores concentraciones del producto para que sea efectivo. La terapia fotodinámica, en cambio, se basa en utilizar sensibilizadores, una especie de colorante, que, al ser irradiado con luz, produce especies reactivas de oxígeno. Estos generan la ruptura de membrana o alguna disfuncionalidad de la célula, llevando esos microorganismos a la muerte.
“En la industria de los alimentos tendría muchísima aplicación porque esta terapia hace que no altere las condiciones propias del alimento, como sus características físicas o las propiedades de los alimentos, pero sí baja la carga microbiana, permitiendo que conserven su frescura”, destacó el investigador acerca del proyecto que fue premiado en la última edición de los Premios INNOVAR.
Además, resaltó que se trata de un producto natural, ya que utilizan plantas nativas o que fueron introducidas en la provincia de San Luis, especialmente la denominada Hypericum perforatum. Tampoco produce ningún tipo de residuo, ya que, “mientras se va produciendo el efecto, el producto se va degradando, lo que hace que no deje huellas en el ambiente ni en el organismo humano porque la concentración de compuestos que se utiliza es muy pequeña”.
Del campo a la casa
Si bien el grupo de investigadores recibió varias ofertas para poder aplicar el sanitizante industrialmente o en campos de siembra, aún restan realizar estudios para su producción a gran escala. “Cuando esa etapa esté terminada, también vamos a poder llegar a las casas de las personas o venderlo a empresas. El objetivo final es que haya varias formulaciones de FotoFlit”, aseguró Funes.
Hasta el momento, los especialistas desarrollaron dos tipos de fórmulas: la primera que tenía una base líquida y se utiliza con un atomizador, y la segunda que posee una consistencia más sólida, similar a la de un gel, para adaptarse a las necesidades de cada ámbito.
“Nos habíamos puesto en contacto con una empresa de Chile que cosecha frutos rojos y los trasladan a Canadá. Hay algunos de estos frutos rojos que no se pueden mojar porque pierden todas las propiedades. Entonces hablamos de diseñar un tipo de formulación que les permitiera realizar una sanitización rápida de la fruta y que llegue sin inconvenientes a su destino”, puntualizó el investigador del CONICET.
Por último, sostuvo que es un “producto bastante transgresor”, ya que no hay en el mercado artículos de este tipo, por lo que confió en que el proyecto pueda acceder a más subsidios para poder terminar su desarrollo. “Confiamos en nuestro producto y esperamos que podamos avanzar para que pueda utilizarse en una industria hasta un supermercado o en una casa”, concluyó.