Analizando las interacciones entre poblaciones y clima
Investigadores y expertos de diversas disciplinas expusieron en una jornada científica organizada por el EPAC y que tuvo como tema de debate la dinámica de poblaciones a partir de estímulos ambientales, los efectos contaminantes en los ecosistemas y los efectos sociales sobre la biodiversidad.
Agencia CTyS-UNLaM- El Centro Cultural de la Ciencia, ubicado en el Polo Científico Tecnológico, fue sede de la jornada “Interacción entre poblaciones y clima: pasado, presente y futuro”, donde expertos e investigadores de diversas disciplinas expusieron sobre el desplazamiento de comunidades a partir de efectos ambientales, los impactos de los agroquímicos y la biodiversidad de los bosques y su relación con la expansión agrícola, entre otros tópicos.
El evento, organizado por el Encuentro Permanente de Asociaciones Científicas (EPAC), se dividió en tres bloques temáticos para organizar a los distintos expositores. El primero de ellos abordó la dinámica de las poblaciones en presencia de estímulos socioeconómicos y ambientales, con las exposiciones de las historiadoras Raquel Gil Montero y Judith Farberman. Montero, investigadora del CONICET y miembro del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” (UBA) repasó la evolución de las poblaciones humanas durante los últimos 2.400 años, relacionadas con diferentes efectos ambientales. Farberman, investigadora del CONICET y profesora en las Universidades Nacionales de Quilmes y Buenos Aires, expuso sobre la producción agraria y la población en Santiago del Estero durante los siglos XVIII y XIX.
El panel siguiente estuvo enfocado en los efectos de contaminantes sobre los ecosistemas y sus comunidades. Así, Haydée Pizarro, del Instituto de Ecología, Genética y Evolución (IEGEBA) e investigadora del CONICET, hizo hincapié en la llegada de la agricultura industrial y, con ella, los monocultivos, las semillas modificadas genéticamente, la maquinaria altamente calificada y el uso de agroquímicos.
“En Argentina, los agroquímicos que más se utilizan son los herbicidas, siendo el más famoso el glifosato”, apuntó la especialista, quien además explicó que en la Argentina hay distintos sistemas y métodos para establecer y medir la toxicidad de las sustancias. Con respecto al glifosato, Pizarro fue contundente: “No es una sustancia inocua para el agua dulce, le cambia la calidad y la pone en riesgo como recurso fundamental para la actividad humana”, subrayó, al tiempo que expresó que estas consecuencias negativas en el agua obligan a buscar nuevas formas de obtener alimentos.
El panel continuó con las palabras de Rubén Lombardo, investigador del CONICET y también perteneciente al IEGEBA, quien trató el tema de la contaminación de los ríos, los cauces del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la vulnerabilidad de las poblaciones. Entre otras cifras y datos, el experto señaló que el río Reconquista pasa por 18 municipios donde viven alrededor de 4,3 millones de habitantes y donde están instaladas 12 mil industrias. El problema es que más del 90 por ciento de los efluentes se desechan sin tratamientos, así como se tiran unas 340 mil toneladas de basura. “La gestión de los recursos hídricos debería encararse de manera integral a nivel ecosistémico”, concluyó Lombardo,
El último bloque tuvo como temática principal los efectos ambientales y sociales sobre la biodiversidad, donde el ingeniero agrónomo Pedro Rimieri profundizó sobre un trabajo del recientemente fallecido profesor Julián Cámara Hernández. En dicha presentación, Rimieri aseguró que “las razas nativas representan la diversidad genética, cuyas fuentes de conservación tienden a ser zonas pobres, aisladas y marginadas del mundo en desarrollo”. Además, relató cómo se llegó del maíz antiguo al moderno, manipulado genéticamente ya desde hace más de siete mil años por los nativos americanos.
El investigador del CONICET de la Universidad Nacional de La Plata, Guillermo Giovambatistta, expuso sobre los distintos centros de domesticación del Bos primigenius hacia el 2.500 A.C. y sus migraciones, coincidentes con los grandes desplazamientos de las sociedades africanas y humanas. El cierre estuvo a cargo de Sebastián Torella, doctor en Biología e investigador de la UBA, quien disertó sobre la deforestación y el ordenamiento territorial en el Chaco.
“La pérdida y la fragmentación de ambientes naturales es la principal amenaza para la biodiversidad no sólo en esta región sino en todo el mundo”, alertó el investigador, al tiempo que aseguró que ya son muchos los estudios hechos por ecólogos que muestran distintos aspectos de la biodiversidad que fueron afectados en el Chaco argentino, “desde la pérdida de riqueza de especies hasta procesos como la polinización o la distribución de animales emblemáticos, como el yaguareté”.
Un diálogo entre ciencias
Para la doctora en física Susana Hernández, coordinadora del EPAC y vicepresidente de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias (AAPC), este encuentro permitió “avanzar en la construcción del diálogo entre ciencias” y mostrar a toda la sociedad “una de las alternativas de trabajo multi e interdisciplinario, impulsado en este caso por un sector de especialistas provenientes de las ciencias sociales”. En este sentido, Hernández aseguró que las disciplinas participantes como Historia, Genética o Ecología son “ramas han estado por mucho tiempo escindidas y no tiene por qué ser así. Lo estamos demostrando con esta jornada”.
Gil Montero, por su parte, aseguró que la idea central del encuentro era “acercar la ciencia a todo el mundo”, en tanto que también destacó el perfil interdisciplinar de la jornada. “Me pareció interesante trabajar con investigadores de otras disciplinas y, sobre todo, que no fueran de disciplinas sociales y humanas. En el EPAC tenemos esta voluntad de construir el diálogo interdisciplinar para potenciar los desarrollos investigativos”, concluyó la historiadora.