2012 es la película más absurda de la historia
Para los especialistas, el film apocalíptico de Emmerich tiene el argumento más disparatado de la historia de la ciencia ficción. Otras que no convencieron fueron "El núcleo" y "Armaggedon". En cambio, destacaron a "Blade Runner", "Gattaca" y "Jurassic Park" como científicamente viables.
Desde un punto de vista científico, "2012", el film lanzado mundialmente hacia fines del 2009 que narra los sucesos que acabarían con el mundo, es la película más absurda de la historia del cine.
A esa conclusión llegó un grupo de expertos de la NASA que se reunieron en California para charlar sobre las películas de ciencia ficción que más se aproximan a la realidad, y también sobre las que tienen las tramas más absurdas o descabelladas.
Para los cinéfilos miembros de la Agencia Espacial, la mayoría de las cintas analizadas carece de un argumento lógico, aunque destacaron algunas ideas viables como las de la mítica "Blade Runner" (1982), de Ridley Scott, o "Gattaca" (1997), de Andrew Niccol.
Inspirada en la novela de Philip Dick “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” y protagonizada por Harrison Ford, Blade Runner describe un futuro en el que seres fabricados mediante ingeniería genética, llamados replicantes, son empleados como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra.
Ambientada en Los Ángeles en 2019, la película narra la vida de un policía, miembro de un cuerpo especial, los Blade Runners, cuya función es controlar y detener a aquellos replicantes prófugos en la tierra.
Por su parte, "Gattaca", con Ethan Hawke, Uma Thurman y Jude Law, presenta un mundo donde los hijos son controlados genéticamente, para asegurar que nacerán con los mejores rasgos hereditarios de sus padres. Estos serán los válidos, mientras que los nacidos sin manipulación, serán los no-válidos.
El nudo central de la película es la lucha de Vincent, concebido en forma “tradicional”, para demostrar que puede ser tan bueno como todos los válidos (gente sin enfermedades). Al crecer, abandona su hogar y empieza a combatir contra su supuesto destino.
Los especialistas también subrayaron como plausibles los argumentos de la clásica "Metrópolis" (1927), de Fritz Lang, y la primera entrega de "Jurassic Park" (1993), de Steven Spilberg.
"Metrópolis" narra una rebelión obrera en una megalópolis del siglo XXI, donde los trabajadores viven en un gueto subterráneo con la prohibición de salir al mundo exterior.
Incitados por un robot, se rebelan contra la clase intelectual que tiene el poder, y amenazan con destruir la ciudad de la superficie, pero Freder, hijo del dirigente de Metrópolis, con la ayuda de la hermosa María, de origen humilde, intentarán evitar la destrucción apelando a los sentimientos y al amor.
"Jurassic Park", en tanto, ocupa el top 15 de las películas más taquilleras de la historia, y describe la clonación de diversas especies de dinosaurios para crear un parque de diversiones en una isla cercana a Costa Rica.
Sin embargo, la repentina formación de un ciclón tropical y la organización de un sabotaje por uno de los empleados, ocasionan que los sistemas de seguridad informática del parque dejen de funcionar y los dinosaurios comiencen a huir de sus instalaciones.
Las que no aprobaron
La película que, según los expertos, se adjudica el honor de tener el argumento científicamente más absurdo es "2012", la historia apocalíptica de Roland Emmerich a la que la NASA culpa de alentar en la población la idea de que el mundo se acaba el año que viene. Ese miedo logró recaudar 800 millones de dólares, a fuerza de la creencia maya de que la Tierra será destruida en el año 2012.
Todo comienza años antes, en 2009, cuando el científico Adrian Helmsley descubre que el Sol sufre la mayor tormenta solar de la historia, lo que ocasiona que se eleve la temperatura del núcleo de la Tierra.
Así, cuando los científicos confirman las catástrofes que vendrán, los gobiernos del mundo conforman una organización secreta que empieza la construcción de gigantescas naves-arcas en la cima del Himalaya para salvar a un grupo representativo de seres humanos, animales y plantas, junto con una parte del legado artístico de la humanidad.
La película narra las peripecias de Jackson Curtis, un escritor californiano que trata de alcanzar las arcas secretas del Himalaya para salvar a sus hijos, mientras suceden sismos por todo el mundo, ya que las placas tectónicas se desestabilizaron y crearon la mayor oleada de terremotos y tsunamis en la historia de la humanidad.
En el segundo lugar del ranking de los films más absurdos está "El Núcleo" (2003), otra historia sobre el fin de la vida en el planeta, que esta vez no es provocado por una profecía maya sino por el colapso del centro de la Tierra.
El tercer escalón del podio es para la archifamosa "Armaggedon" (1998), que se llevó 550 millones de dólares tras mostrar como un grupo de perforadores petrolíferos liderados por Harry Stamper (Bruce Willis), salva al mundo del letal impacto de un asteroide con bombas que desvían su trayectoria.
Este proceder al parecer no es nada científico, si bien algunos expertos de la NASA aconsejaron a Michael Bay en la confección del guión.
Esto no sucedió con el film “Impacto Profundo” (1998), que se estrenó dos meses antes que "Armaggedon", pero fue recibida con muy buenas críticas por algunos astrónomos y la prensa especializada.
Otros títulos con una enorme cantidad de imprecisiones científicas, según reconoce la agencia espacial estadounidense son “Volcano” (1997), protagonizada por Tommy Lee Jones; “Reacción en cadena” (1996), con Keanu Reeves, Morgan Freeman y Rachel Weisz; y “El Sexto Día” (2000) con Arnold Schwarzenegger.
Quizá también falte referencia a algunas películas donde cabe preguntarse sobre la factibilidad real de sus argumentos, como son "Volver al Futuro" (1985), "Matrix" (1999), “El día después de mañana” (2006) o “Avatar” (2009).
Pero, evidentemente, el cine es cine, y por tanto es un arte, mientras que la ciencia es ciencia, y su misión y función son totalmente distintas.