Premiaron al auto solar de la Unicen en la carrera de Atacama
Fue un gran bautismo de fuego para el Pampa Solar. El fin de semana pasado se realizó la primera competencia latinoamericana de vehículos impulsados por la energía del sol y el prototipo de la Facultad de Ingeniería obtuvo un reconocimiento por haber utilizado mayor cantidad de energía renovable.
Finalmente, el Pampa Solar alcanzó sus metas. Calificó para competir en el Atacama Solar Challenge. Disputó la carrera junto a otros diez vehículos provenientes de diferentes países latinoamericanos. Demostró que un medio de transporte que no contamine el medio ambiente es posible. Y, para coronar la proeza, obtuvo un reconocimiento por ser el auto que mayor cantidad de energía solar utilizó.
El Pampa Solar es un vehículo híbrido impulsado por energía solar y humana (a través de pedales) construido por un equipo de docentes, no docentes y alumnos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen), y dirigido por el ingeniero Marcelo Spina.
El objetivo final, además de probar la utilización de energías renovables en medios de transporte, era participar de la primera carrera de autos solares de Latinoamérica, que se realizó en el desierto chileno de Atacama el fin de semana pasado.
“Este desarrollo permite a nuestro país ponerse a la altura de tecnologías de vanguardia en lo que respecta a vehículos solares”, señala a la Agencia CTyS el ingeniero Edgardo Fabián Irassar, decano de la Facultad de Ingeniería de la Unicen. “Además de permitir el desarrollo de trabajos finales, esta experiencia posibilitó la integración de alumnos, personal no docente y profesores en cuestiones no teóricas, que culminaron en un prototipo que fue probado a nivel latinoamericano y pudo llegar a la meta”, destaca.
El Atacama Solar Challenge comenzó el viernes por la mañana y finalizó el domingo por la noche, con el acto de premiación. Las dos categorías eran “Desafío Solar Atacama”, para automóviles con tecnología de punta; y “Ruta Solar”, para vehículos híbridos de bajo costo, equipados con pedales y paneles fotovoltaicos.
De los 27 vehículos inscriptos en la segunda categoría, incluido el Pampa, apenas nueve llegaron óptimos para recorrer los 1060 kilómetros de carrera, bajo una temperatura promedio de 35 grados. En tanto, en el segundo rubro sólo compitieron dos. Los equipos procedían de Chile, Argentina, Ecuador y Puerto Rico. Aparte de la Unicen, por Argentina compitieron el Grupo Tecnológico Automotor, de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) regional Santa Fe; y Edu-Car Solar, del Instituto Superior de Formación Técnica N° 188 de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires.
En sus marcas, listos, ¡ya!
Las ubicaciones para el primer tramo de Iquique – Antofagasta fueron decididas por sorteo y al Pampa le tocó salir último. Sin embargo, terminó la etapa en segundo lugar y desde esa ubicación partiría el sábado para el recorrido Antofasta – Calama.
“En la segunda etapa tuvimos algunos inconvenientes con la batería y eso nos retrasó un poco. Pero lo pudimos solucionar y logramos llegar a la meta”, relata el decano. El tercer tramo comprendió Calama – Iquique. Finalmente, el ganador de la categoría “Desafío Solar Atacama”, acreedor de un premio de treinta mil dólares, fue el Intikalpa, perteneciente al Grupo Antakari de Minera Los Pelambres, la Universidad de La Serena y Polítécnico de Illapel, con una velocidad promedio de 75 kilómetros por hora.
En tanto, el campeón de “Ruta Solar” fue el Cóndor 1, del equipo Los Andes Solar Team de la empresa Mining Parts, que llegó a una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora. El premio, en este caso, fue de ocho mil dólares. Por su parte, el Pampa Solar recibió el reconocimiento por haber utilizado mayor cantidad de energía solar.
“Si el año que viene se vuelve a realizar la competencia y conseguimos el apoyo para participar nuevamente, lo haremos con mucho gusto. Y participaremos, no sólo para optimizar la tecnología, sino fundamentalmente para intentar ganar la carrera”, se entusiasma el ingeniero Irassar.
Ahora, los próximos pasos del proyecto se dirigirán a profundizar el conocimiento sobre tecnologías limpias, que incluyen actividades de extensión destinadas a escuelas técnicas y secundarias. “Además, algunos componentes que se han diseñado, como un seguidor de máxima potencia de los paneles solares, podrían desarrollarse también para algún tipo de aplicación industrial”, concluye el decano, mientras espera con ansias, al igual que toda la comunidad olavarriense, el regreso triunfal del Pampa Solar.