La UNLaM, una usina de grandes programadores
El joven estudiante de secundario Lautaro Lasorsa fue seleccionado para participar de la competencia de programación más importante a nivel mundial, que se llevará a cabo a fines de julio en Irán.
Carolina Vespasiano (Agencia CTyS-UNLaM)- En los últimos años, la Universidad Nacional de La Matanza adquirió una sana costumbre: capacitar adolescentes a poco de egresar del colegio secundario para convertirlos en expertos programadores.
En 2016, Gastón Fontenla Núñez fue uno de ellos. Junto a otros tres argentinos, se fue a la ciudad de Kazán, en Rusia, para competir en las Olimpiadas Internacionales de Informática (IOI). Después de la experiencia, se transformó en un profesor eficaz. Tanto que uno de sus primeros alumnos logró clasificar para el mismo certamen, esta vez, con sede en Teherán.
A los 11 años, Lautaro Lasorsa tenía una cosa en mente. Quería diseñar videojuegos. Ese deseo temprano lo llevó a seguir la orientación en Informática, en el colegio Padre Elizalde de Ciudadela. Algunos años después, el joven ya sabía lo básico del arte de programar, y había conseguido dar algunos pasos en esta técnica: un tatetí y un ahorcado fueron sus primeras creaciones digitales.
Su paso por la informática principiante fue fugaz. Al poco tiempo de haberse vinculado con esta disciplina, el director de su escuela lo invitó a prepararse para el mayor reto de programadores juveniles, las olimpiadas internacionales. Fue así que llegó a la UNLaM para formarse en el universo de la lógica y los algoritmos.
Durante los primeros meses de entrenamiento, Lautaro aprendió nuevas formas de programar, utilizando diversas herramientas del lenguaje informático. En los laboratorios de la Universidad y en charlas con sus compañeros, el joven adquirió trucos y atajos para arrojar varias respuestas a un mismo problema y elegir la mejor de ellas, tal como se exige en la competencia internacional.
Luego de varias semanas de preparación, Lautaro asistió al Certamen Nacional de Clasificación, que tuvo lugar en la Universidad Tecnológica Nacional de la provincia de Córdoba (UTN FRC), en octubre de 2016. El desafío era la resolución eficiente de distintos enunciados (textos con un problema de tipo lógico), a partir del desarrollo de un programa, dentro de un tiempo limitado.
En esa instancia, Lautaro quedó en quinto lugar, y pudo participar del torneo clasificatorio para competir, junto a otros tres chicos argentinos, en la ciudad pérsica. A fines de abril, la competencia se libró en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), en la que el joven logró el segundo lugar. Había quedado seleccionado para competir en Irán. Un instante que, hoy, solo puede recordar con la palabra “euforia”.
A pocas semanas de viajar al Oriente Medio, el estudiante y programador continúa sus maratones de práctica frente al monitor. Si bien es testigo de los grandes oportunidades que esta competencia puede brindar -Gastón, su profesor y ex competidor, descubrió con ella la docencia y la profesión de programar-, Lautaro no deja de vivir esta etapa como un gran hobby, y se sueña a futuro como docente de secundaria, youtuber de economía y política, y Doctor en Matemáticas.