Los astrónomos, posibles guardametas de los asteroides

El director del Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO), Ricardo Gil-Hutton, comentó a la Agencia CTyS que el asteroide va a pasar a unos 30 mil kilómetros de distancia, “más o menos por donde están ubicados los satélites de comunicación y los satélites GPS, lo cual para la astronomía es un vuelo rasante”.

Respecto a la estimación del tamaño de este objeto, el investigador del CONICET explicó que se establece en función del brillo que emana y de la distancia a la que se encuentra en el momento en que es observado.

“El brillo sirve de parámetro, pero no permite un cálculo exacto, porque desconocemos cuán reflectante es su superficie y de allí que se haya estimado su diámetro en el orden de los 45-50 metros”, especificó el investigador del CONICET.

El momento de mayor aproximación a la Tierra de produjo el viernes pasado a las 16.30, hora Argentina. Pese a la cercanía a la que pasó y a que su tamaño es considerable, no fue visible a simple vista, siquiera en las zonas alejadas de la luminosidad de las ciudades.

El doctor Gil-Hutton, por cuyo nombre también se ha bautizado a un asteroide, indicó la importancia de descubrir estos cuerpos a tiempo, aunque es difícil verlos cuando están lejos de la Tierra, porque estos objetos son pequeños y recién se hacen observables y mucho más luminosos cuando se acercan.

“Si lográramos detectar a tiempo un asteroide que se dirigiera a la Tierra, ya hay planes programados como para ver la posibilidad de desviarle levemente su órbita”, indicó el astrónomo. Y agregó: “Aunque la capacidad de desviarlo dependerá también de cómo sea el objeto, porque no es lo mismo uno compuesto por hielo que uno de hierro, y de cuál sea su órbita”.

El asteroide que pasará hoy en cercanías a la Tierra fue detectado el 22 de febrero de 2012, hace casi exactamente un año, aunque Gil-Hutton aclara que con este único dato no se puede saber si hubiera sido tiempo suficiente para desviarlo.

“Ocurre que no se lo ha estudiado para conocer su composición, podría ser de hielo como de hierro, porque eso se determina a través del uso de grandes instrumentos y mucho tiempo de observación y no es tan sencillo hacer ese tipo de estudios en un objeto que se mueve muy rápido, porque está muy cerca de la Tierra”, agregó.

En Argentina hay grupos que se dedican al monitoreo de asteroides. Por ejemplo, el Observatorio Astronómico Félix Aguilar de la Universidad de San Juan hace seguimiento a este tipo de objetos, pudiendo así determinar sus órbitas y por donde van a pasar.

Por su parte, el asteroide 2012 DA14 posee un órbita cerrada y volverá a pasar en 2019 por aquí, aunque mucho más lejos, a unas 40-50 veces la distancia que hay entre la Tierra y la Luna. “Luego, se podría volver a acercar o alejarse aun más, por eso hay que estudiar su órbita y ver cómo va variando a lo largo del tiempo”, aclaro el investigador.

Su posible relación con el meteorito en Rusia
Durante el último viernes, también se produjo la caída de un meteorito en Rusia. Consultado sobre una posible relación entre ambos fenómenos, el doctor Gil-Hutton mencionó que “en principio no tienen nada que ver uno con el otro; por el momento, por la poca información con la que contamos, no podemos descartar que estén relacionados, pero lo mas probable es que no”.

“De todas maneras, varias toneladas de material interplanetario ingresa a la atmósfera terrestre cada día, así que no es extraño que caiga un meteorito. Lo que ocurre es que el meteorito de Rusia ha brillado bastante y ha pasado cerca de una localidad poblada y el boom sónico que produjo en su ingreso ha hecho destrozos de vidrios principalmente y causado otros daños menores”, describió.