“Es importante transmitir que las científicas somos personas normales que nos dedicamos a esto porque es lo que nos gusta”
En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Paula Angelomé, recientemente distinguida con el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO, comparte sus líneas de investigación y objetivos de trabajo, alerta sobre el fuerte desfinanciamiento en el sector y pondera el esfuerzo de los últimos años en estimular las vocaciones científicas en niñas y adolescentes.
Créditos: CONICET Fotografía / Verónica Tello.
Agencia CTyS-UNLaM- En la vida de Paula Angelomé, hoy científica galardonada y de enorme trayectoria, hay un nombre que ella misma marca como “un punto de inflexión claro” en sus deseos de estudiar Química: Liliana Olazar. Docente de esta asignatura de cuarto año de secundaria, aquella “profe” se encargaba de llevar, semana a semana, novedosos experimentos al aula. “Esas propuestas de Liliana me fascinaron y me decidieron a estudiar la carrera, pero en ese momento pensaba dedicarme a trabajar en la industria de los alimentos”, recuerda hoy Paula.
El tiempo avanzó. A lo largo de los siguientes diez años, las etapas laborales de Angelomé se fueron encadenando hasta consolidarla como investigadora del CONICET en el campo de la nanotecnología, ese maravilloso mundo interdisciplinario que estudia la materia a una escala tan pequeña que las cosas cambian sus propiedades. Y el 2024 fue testigo de un hito más, en esa prolífica carrera: el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”.
“Fue realmente una emoción muy grande recibir este premio, que es muy prestigioso en nuestro ámbito y que además han recibido previamente muchas científicas que admiro. Significa, además, un gran empuje para el proyecto que estamos llevando a cabo. No contábamos con financiamiento para este año, así que el aporte económico nos resulta fundamental”, resalta Angelomé, en esta entrevista con la Agencia CTyS-UNLaM.
Créditos: CONICET Fotografía / Verónica Tello.
Si tuvieras que elegir… ¿qué es lo que más disfrutas del día a día de tu labor científica?
Lo que más disfruto es la diversidad de tareas. Es muy raro que un día de trabajo sea igual a otro y eso me gusta muchísimo. Y de todas las cosas que hago, lo que más me gusta, incluso 20 años después de las primeras experiencias, es estar en el laboratorio. Cada vez voy menos, porque tengo muchas otras ocupaciones, pero el poco tiempo que paso haciendo experimentos es mi favorito.
¿Cómo describirías tus líneas de investigación y por qué es tan clave la nanotecnología, en estos temas?
Nuestro grupo de trabajo se dedica hace muchos años a la preparación de nuevos materiales utilizando métodos químicos. Muchos de estos materiales tienen tamaños nanométricos, "nanomateriales". Por tener ese tamaño, tienen propiedades y, por ende, aplicaciones diferentes a las del mismo material cuando tiene mayor tamaño. En este proyecto en particular nos enfocamos en partículas de oro nanométricas, cuya característica más destacable es que tienen colores que dependen de su forma y su tamaño.
¿En qué aspectos intervienen los factores ambientales y la problemática contaminante?
Ha llegado LA buena noticia del año https://t.co/KilQZph0Uz
— Paula C. Angelomé (@pcangelome) November 27, 2024
Habitualmente preparamos todos los materiales usando reactivos o ingredientes de alta pureza, adquiridos a empresas que los producen específicamente para estos fines. Muchos de estos reactivos se producen a partir de fuentes no renovables. Por esto, desde hace algunos años empezamos a pensar en aumentar la sustentabilidad de nuestros procesos de producción. El proyecto premiado es un paso en este sentido, en dos aspectos. En primer lugar, buscamos producir partículas de oro a partir de residuos de nuestro propio laboratorio, para minimizar la generación de residuos y maximizar el aprovechamiento de este recurso natural no renovable. A la vez, planteamos utilizar métodos para depositar películas porosas que maximicen el aprovechamiento de la solución que se usa para prepararlas, generando así menos residuos.
Entre la crisis por el desfinanciamiento y la estimulación de vocaciones científicas
¿Qué balance haces del panorama que está atravesando actualmente la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), en tu rol de vicepresidenta, teniendo en cuenta el fuerte desfinanciamiento que está sufriendo la ciencia?
Todo el sistema científico de nuestro país está sufriendo un fuerte desfinanciamiento desde finales de 2023, que se evidencia de muchas maneras diferentes: menos becas para investigación, recortes en la financiación de proyectos de investigación, retrasos en las convocatorias para nuevos proyectos, congelamiento de salarios. Es una pena que así sea, porque la ciencia y la tecnología son la base para el desarrollo del país, pero lamentablemente está sucediendo. La FAN, obviamente, no es ajena a esta situación. Si bien es una fundación sin fines de lucro, depende del apoyo del Estado, que fue quien la creó, para funcionar y llevar a cabo sus actividades. Así que estamos sufriendo los recortes y elaborando estrategias de todo tipo para poder seguir funcionando y promoviendo a la nanotecnología en nuestro país.
Más allá de este crítico panorama, ¿sentís que queda todavía recorrido para estimular vocaciones científicas en niñas y adolescentes, para que elijan a la ciencia como un camino profesional posible?
Siento que en los últimos años se ha hecho mucho esfuerzo, a nivel nacional e internacional, para dejar en claro que la ciencia es para todos y todas, que todos y todas podemos dedicarnos a ella si es nuestra vocación y la tomamos con seriedad. En algunas áreas de la ciencia la paridad de género se ha alcanzado e incluso en algunas somos mayoría las mujeres. Pero no es el caso en todas las áreas, por lo que es claro que tenemos que seguir trabajando en ese sentido.
En este camino de motivar a más niñas y adolescentes a dedicarse a la ciencia y la tecnología, creo que un punto importante es desacralizar a la ciencia. Es una profesión que lleva mucho esfuerzo, ¡pero como muchas otras! Para mí siempre es importante transmitir que las científicas somos personas normales que nos dedicamos a esto porque es lo que nos gusta.
Referentes de ayer y de hoy
Cuenta Paula que, a lo largo de su carrera, se cruzó con diversos profesionales que le enseñaron y guiaron, aun sin intentarlo explícitamente, y se convirtieron en modelos para ella. Y, si piensa particularmente en investigadoras mujeres, la científica elije a estas tres:
Sara Aldabe Bilmes: “Profesora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, fue tutora de una de mis primeras experiencias de investigación. Ella siempre se dedicó a motivarme y animarme a hacer cada vez más, a ocupar más lugares. Por ejemplo, fue la que me propuso dar mi primera charla en un congreso, cuando recién arrancaba. Y se tomó la tarea muy en serio, porque aún hoy me sigue motivando y proponiendo nuevas actividades”.
Isabel Pastoriza Santos: “Profesora de la Universidad de de Vigo, España, donde hice mi posdoctorado. De ella aprendí mucho técnicamente, pero también sobre su forma calma y a la vez muy seria de encarar las tareas de investigación”.
Vera Alvarez: “De mi última etapa, dedicándome a la gestión en la FAN, destaco todo lo que aprendí de Vera, presidenta de la institución. Ella es una científica ejemplar, con las ideas muy claras y una generosidad y positividad enormes. Trabajar con ella me enseñó muchísimo, ¡aunque ella quizá no lo sepa!”.