Entre libros, remolachas y moléculas espejo
Hace algunos días comenzó la 42° edición de la Feria Internacional del Libro en La Rural y en ella se presentó la ciencia para compartir algunas curiosidades de la biología y de la química orgánica.
(Agencia CTyS-UNLaM) Desde cómo cultivar una huerta hidropónica en el balcón hasta por qué una molécula orgánica se desdobla y produce diversos efectos fueron los temas que la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires expuso en la nueva edición de la Feria del Libro desde el espacio Zona Explora.
Por un lado, el equipo representante del Departamento de Biodiversidad y Biología experimental, formado por Milena Manzur, Moira Sutka, José María Chaín y Esteban Fernández, se encargó de mostrar cómo se lleva a cabo el cultivo hidropónico. Para ello, los investigadores mostraron una huerta acuática de remolachas que, con solo disponer de agua, soluciones nutritivas, oxígeno y luz, crece sin necesidad de sustrato ni fertilizantes.
Este tipo de cultivo, que es útil para cultivos particulares o incluso para grandes producciones, es de fácil tratamiento ya que el requisito más importante es la permanente oxigenación del agua y la exposición al sol.
Además, se trata de una técnica que, a los fines de la ciencia, resulta práctica. Ya que permite realizar estudios separando fácilmente las plantas del agua sin tener que manipular la raíz, como sí ocurre en estudios de cultivos sobre suelo.
Un mundo en una molécula
Por su parte, el equipo del Departamento de Química Orgánica –integrado por los Licenciados Lucas Dada, Daniela Fidalgo y Guillermo Oliveira Udry- explicó, a través de ingeniosos experimentos, la naturaleza de las moléculas quirales, aquellos compuestos que, siendo uno la imagen en espejo del otro, no se pueden superponer.
Para explicar este fenómeno, los científicos acudieron al ejemplo del reflejo: cuando una levanta la mano derecha frente a un espejo, la imagen que nos devuelve es la de nosotros mismos levantando la mano izquierda. Esto ocurre con las moléculas quirales que, si bien su composición química es la misma, son diferentes en tanto que generan una desviación diferente de la luz.
Uno de los casos en que se ve la diferencia entre estas moléculas quirales es el del limoneno. Esta sustancia, responsable de otorgarle aroma a los cítricos, puede manifestarse como olor a naranja u olor a limón según de qué par especular se trate.