Diseñan una técnica de clonación de gametas bovinas
¿Es posible elegir el sexo de un mamífero durante su etapa embrionaria? ¿O mejorar la calidad de la carne vacuna? Científicos de la Facultad de Agronomía de la UBA responden estas preguntas a través de un método probado en vacas por primera vez, gracias al cual uno de ellos será premiado mañana por la SAMeR.
Agencia CTyS (Nadia Luna) - Clonación. Término con sabor a polémica, perfección y lejanía. Sin embargo, está muy cerca. Y continúa avanzando.
Así lo demuestra la investigación del biotecnólogo Gabriel Vichera, quien diseñó una técnica de clonación de gametas para obtener embriones bovinos transgénicos en un cien por ciento, gracias a la cual mañana será galardonado con el premio al Investigador Joven 2011, otorgado por la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR).
Es la primera vez en el mundo que este método se prueba en vacas. Entre sus ventajas, incrementa el número de embriones producidos a partir de un único espermatozoide u óvulo y permite seleccionar características genéticas favorables antes de la formación del embrión. Además, potencialmente podría ser aplicado en todos los mamíferos.
“Básicamente consiste en multiplicar el potencial reproductivo de cada gameta”, cuenta Vichera a la Agencia CTyS, al presentar la investigación que forma parte de su tesis doctoral en Reproducción animal, que llevó a cabo en el Laboratorio de Biotecnología Animal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA).
El paper que refiere a los espermatozoides fue aceptado recientemente por la revista australiana Reproduction, fertility and development, reconocida en el ámbito de la reproducción animal. En tanto, el año pasado, el investigador ganó un premio de la Asociación Internacional de Transferencia de Embriones.
La idea surgió en conjunto con su director de tesis, Daniel Salamone, quien en 2001 formó parte del equipo que clonó una vaca modificada genéticamente por primera vez en América Latina: “Pampita”.
“Lo que hacemos es tomar un ovocito o un espermatozoide e inducir a que repliquen su genoma, utilizando técnicas de micromanipulación y estímulos químicos”, explica el biotecnólogo. La clonación se realiza por transferencia nuclear. “Del óvulo original multiplicamos sólo el material genético, que después depositamos en ovocitos recipientes a los que se les retiró el núcleo”, precisa.
La particularidad de esta técnica es que permite la introducción de genes foráneos, es decir, la transgénesis . En este caso, los científicos tomaron genes de una medusa fluorescente de mar y los ingresaron en el genoma de las vacas.
“Utilizamos este gen porque es fácil de identificar, ya que es verde fluorescente”, relata el investigador. “Pero en vez de utilizar este gen, podríamos utilizar cualquier otro. Por ejemplo, un gen que facilite la digestión de los animales. De esa forma obtendríamos animales que, comiendo menos, engorden más”, reflexiona.
A imagen y semejanza
La clonación es el proceso por el cual se consiguen copias idénticas de un organismo, célula o molécula. A diferencia de la fecundación , no requiere de la fusión de los núcleos de las células sexuales o gametas, sino que se efectúa con un sólo progenitor.
Los óvulos y espermatozoides tienen una carga de cromosomas haploide, es decir, la mitad de los cromosomas que tiene cualquier otra célula del cuerpo. Al no fusionarse con otra gameta, mantiene la información genética del organismo del cual se lo extrae.
“En mi tesis también diseñamos una forma de introducir genes mediante liposomas”, describe Vichera, al mencionar un trabajo recientemente publicado en Reproduction in Domestic Animals. “Los liposomas son vesículas de lípidos, en las que depositamos el ADN . Luego inyectamos esa vesícula dentro del óvulo receptor, con los genes que nosotros queremos”.
Esta técnica es más efectiva que otras porque, antes de la fertilización, hay un paso intermedio: la multiplicación de la gameta. Este paso permite analizar previamente las copias y posibilita determinar características genéticas, como el sexo, a través de marcadores moleculares.
“En el caso de una vaca, por ejemplo, podríamos determinar la terneza de carne, que es un marcador de interés”, destaca el biotecnólogo. “Y cualquier otra característica fisiológica que esté enmarcada en una secuencia de ADN”, agrega.
Gracias a la selección previa, además, los científicos saben de antemano qué embriones van a ser transgénicos de manera homogénea, es decir, cuáles incorporarán el transgén en un cien por ciento, factor que a su vez aumenta las chances de obtener nacimientos de animales transgénicos.
En los próximos meses, Vichera se recibirá de Doctor de la Universidad de Buenos Aires, Especialista en Reproducción Animal. Pero planea seguir con la investigación, trasladando la técnica al modelo equino.
“Sería muy interesante aumentar la capacidad reproductiva de sus gametas porque, a diferencia de las vacas, esta especie no responde a los tratamientos de superovulación, haciendo más difícil la obtención de óvulos”, concluye, dejando en claro que la clonación está más cerca de lo que suena. Y continúa avanzando.