Diez años estudiando la capa de ozono desde la Patagonia
En Río Gallegos, está ubicada la única estación terrena que estudia la capa de ozono en Sudamérica. Actualmente, cuenta con 15 instrumentos, lo que la convierte en una de las más completas del mundo.
Agencia CTyS - El pasado 10 de junio, se cumplieron 10 años desde que se trasladó a la base aérea de Río Gallegos el sistema de rayos láser que tiene como fin estudiar la capa de ozono y fue desarrollado por la División Lidar del Centro de Investigaciones en Láseres y Aplicaciones (CEILAP).
El doctor Eduardo Quel, director la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégicos para la Defensa (UNIDEF-CITEDEF-CONICET), de la cual depende el CEILAP, comentó a la Agencia CTyS que “la estación terrena fue incorporando más instrumentos para estudiar la capa de ozono en esta década, hasta convertirse en una de las más importantes del mundo”. Ahora, en colaboración con Japón y Chile, está adquiriendo un equipamiento más, que representa una inversión cercana a los 4 millones de dólares.
Pese a que se buscan indicios de la recuperación de la capa de ozono, hay una gran incertidumbre al respecto. “No hay una certeza de que haya una tendencia positiva; se puede hablar de estabilización, pero no se puede afirmar que haya una recuperación hasta el momento”, comentó Quel.
Desde agosto a diciembre, el agujero de ozono se ubica sobre el sector sur de la Patagonia. En efecto, también hay instrumentos para detectar la incidencia de los rayos ultravioleta, cuyo punto máximo acontece en el mes de octubre.
Fue una decisión estratégica ubicar una estación terrena en Río Gallegos, porque, desde allí, según el momento del año, se puede estudiar el agujero de ozono, el borde del mismo y la parte en que la capa no está tan afectada.
Todo comenzó hace exactamente 10 años, cuando se colocó allí el sistema láser desarrollado por la División Lidar del CEILAP, que permite medir el ozono entre los 10 y 50 kilómetros de altura. Otro paso muy importante se dio en 2010, al incorporar un instrumento japonés que complementa el análisis del ozono entre los 30 y 80 kilómetros de altura.
“Ambos equipamientos operan de maneras muy diferentes, lo cual enriquece el estudio, pero ello implica un desafío a la hora de unificar los datos que ofrecen”, explicó el físico Quel. Mientras el láser envía pulsos a la atmósfera y analiza cómo dichos fotones son absorbidos por la capa de ozono, el instrumento japonés mide la radiación de microondas emitidas por el ozono.
Además, a partir de la colaboración con investigadores chilenos, se utilizan globos sondas para estudiar el ozono entre los 10 y 30 kilómetros de altura. De esta manera, se obtienen datos superpuestos a través de diversos métodos de estudio y la expectativa es continuar incrementando el potencial de la estación terrena.
“Es muy rico todo el sistema de medición que poseemos”, valoró Quel. Y aseveró: “Estamos usando prácticamente todo el potencial de medición de ozono que existe a nivel mundial: rayos láser, sondas, radiómetro y el instrumento Brewer que mide la columna total del ozono”.
Colaboración con Japón y Chile
En el 2013, se presentó un proyecto ante la Japan Science and Tecnology Agency, con el propósito de incorporar más instrumentos a la estación terrena de Río Gallegos, y se obtuvo un subsidio de 4 millones de dólares en un lapso de cinco años.
El director de la UNIDEF detalló que es un subsidio que Japón lanza a concurso anualmente con la condición de que su país participe en la investigación. “En nuestro caso, pedimos el subsidio en colaboración con la Universidad de Nagoya de Japón y también de Chile”, agregó.
A partir de dicha inversión, se pudo incorporar un nuevo instrumento que posee un sistema Brewer, clave para la medición del ozono total. Además, se aprovechará parte de este dinero para renovar el sistema láser del instrumento desarrollado en el CEILAP.