Buscan signos de recuperación de la capa de ozono
El agujero de ozono gira sobre el cielo de Río Gallegos en esta época del año. Allí, está ubicada la estación terrena que estudia con rayos láser el estado de la capa que protege a la Tierra de los rayos UV.
Agencia CTyS (Emanuel Pujol) - Desde agosto a diciembre, el borde del agujero de ozono se ubica sobre el sector sur de la Patagonia. “Esa porción de la Argentina, es la zona con más población que es afectada directamente por el agujero de ozono”, aseguró el doctor Eduardo Quel, director del Centro de Investigaciones en Láseres y Aplicaciones (CEILAP), que pertenece a CITEFA-CONICET.
Según explicó el investigador, el agujero realiza un giro completo una vez a la semana, aproximadamente, porque, si bien se desplaza en el sentido de la rotación del planeta, lo hace a menor velocidad.
Así, los rayos ultravioleta penetran con facilidad desde inicios de agosto hasta alcanzar su punto máximo en octubre, para luego ir reduciendo su irradiación, hasta que en diciembre el agujero abandona la Patagonia.
Por dicho motivo, fue una decisión estratégica ubicar una estación terrena en la base aérea militar de Río Gallegos. Allí, está ubicado un sistema láser desarrollado por la División Liar del CEILAP y este año se instaló también un instrumento japonés. El investigador Quel señaló que “con la tecnología efectuada en el país es posible medir el ozono entre los 10 y 50 kilómetros de altura, en tanto que con el japonés analizamos el rango que va desde los 30 a los 80 kilómentros”.
“De esta manera, obtenemos una superposición de datos entre los 30 y 50 kilómetros, y también una altura superior, por lo que el radiómetro japonés nos permite analizar la química del ozono, porque a alturas mayores se suministra información sobre los cambios y reacciones que acontecen durante el día y la noche”, agregó.
Esta es la primera base de este tipo en Sudamérica, por lo que se llena un hueco de información muy importante para comprender lo que ocurre con el agujero de ozono del Hemisferio Sur.
“Contando a la estación de Río Gallegos, solamente hay cuatro estaciones de vigilancia en el hemisferio Sur. Las demás se encuentran en Nueva Zelanda, otra en la Isla de la Reunión, ubicada en el Océano Indico a 22 grados sur, y la restante en la Antártida”, precisó Quel en diálogo con la Agencia CTyS.
El director del CEILAP valoró que Argentina cuente con un instrumento de este tipo, muy preciso y de punta a nivel internacional, que fue terminado de construir en junio de 2005, momento en que fue transportado a Río Gallegos. Actualmente, está cumpliendo su séptima temporada de análisis del agujero de ozono.
Esperanza y recuperación de la capa de ozono
Con cierto futurismo pesimista, la película Highlander imaginaba que los científicos iban a desarrollar un escudo protector artificial por el que la humanidad viviría bajo un permanente cielo rojizo, esperando que la capa natural se recuperase.
En este caso, para bien, parece que hemos superado a la ficción. A partir de la reducción antropogénica de gases que afectaban a la capa de ozono, ésta parece haber dejado de reducirse de manera alarmante, ya comenzando a ingresar en una etapa de estabilidad, tras la cual empezaría una notoria recuperación y alcanzaría el grosor que poseía antes de 1970.
Quel mencionó que “hay modelos que señalan que hacia el 2050 o un poco después la capa de ozono estará recuperada, sin que en ninguna parte del mundo tenga zonas con menos de 120 unidades dowson, siendo que lo normal son unas 200 unidades dowson y en el centro del agujero de ozono, hoy, pueden haber hasta menos de 50 grados dowson”.
El investigador del CEILAP opinó que es difícil poder fiarse de estas proyecciones, pero que “da la impresión de que la capa de ozono se encuentra estabilizada, si bien todavía se percibe una disminución año tras año, y, desde el puesto de vigilancia de la capa de ozono de Río gallegos, tenemos la expectativa de obtener en el corto o mediano plazo datos certeros sobre su recuperación”.
Tecnología de punta en el observatorio de Río Gallegos
El equipamiento desarrollado en Argentina para analizar la capa de ozono a través de rayos láser, denominado Lidar de Absorción Diferencial, aporta datos muy precisos que se pueden complementar con los datos satelitales o globos sonda, por ejemplo.
El equipo puede trabajar durante las noches despejadas y con poca nubosidad. “No es aplicable de día ni en las noches con nubes, porque éstas detienen la radiación láser. Así, logramos realizar a lo largo del año unas 90 mediciones y, en la época crucial entre agosto y diciembre, entre 35 y 40 mediciones”, especificó el doctor Quel.
El director del CEILAP indicó que los datos que aporta este instrumento son muy útiles y precisos: “Mientras los satélites aportan una visión general de lo que ocurre en la capa de ozono en su extensión, el láser aporta mediciones exactas en un punto específico”.
A posteriori, la información aportada por las distintas estaciones ubicadas en el Hemisferio Sur se comparan entre sí y se logra conocer aún más sobre el desplazamiento y estado de la capa de ozono.