Dinosaurios y tiburones coexistían en un paisaje de mar, playa y pocas palmeras
Un grupo interdisciplinario del CONICET reveló que el paisaje mendocino era muy distinto al actual a fines del Cretácico. El clima era mucho más cálido y había un ingreso marino desde el Océano Atlántico que permitía la coexistencia de tiburones y dinosaurios.