Una mirada desde el cielo: utilizan imágenes satelitales para monitorear la biodiversidad costera de Chubut
Una científica del CONICET usa teledetección satelital para estudiar la diversidad biológica de la zona costera de la Patagonia argentina. Esta tecnología, vital para el análisis y protección de especies y ecosistemas, puede ser una herramienta para generar políticas de conservación en un área de explotación petrolera.
Agustina Lima - (Agencia CTyS-UNLaM) - La costa patagónica argentina presenta una amplia biodiversidad, pero con algunos obstáculos para su estudio. Es que también se trata de un terreno de difícil acceso por su terreno, las distancias y clima hostil. ¿Cómo llegar, entonces, a indagar y analizar los secretos que esconde? La respuesta para Magalí Olmedo Masat, becaria postdoctoral del CONICET, fue la tecnología: comenzó a utilizar imágenes satelitales.
El objetivo era poder explorar la zona y obtener información de grandes extensiones geográficas durante largos períodos de tiempo. Su estudio se focalizó en el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral (PIMCPA), ubicado al norte del golfo San Jorge y conformado por más de 50 islas e islotes.
“A partir de esta herramienta de monitoreo es posible desarrollar técnicas que permitan obtener información del área sin la necesidad de estar presentes. Se trata de una región con sectores de difícil acceso, donde habitan colonias de aves y mamíferos. Hay sectores del PIMCPA a los que, ni siquiera con embarcaciones se puede acceder”, afirmó la investigadora a la Agencia CTyS-UNLaM.
Tesoros submarinos: ¿por qué investigar los bosques de macroalgas?
A partir de allí, la especialista dividió su proyecto de tesis en tres áreas principales. Los primeros dos, vinculados al estudio de macroalgas y a la investigación de la vegetación terrestre. El último eje, dedicado a conocer los procesos oceanográficos y analizar de qué manera se mueven las masas de agua.
“Nos interesó monitorear principalmente las macroalgas por su papel ecológico clave. Estas algas marinas funcionan como proveedores de alimento y refugio para diferentes especies de peces, crustáceos, moluscos, entre otros. Asimismo, son grandes captadores de dióxido de carbono y, en el caso de los bosques de algas, son esenciales para muchos organismos como zonas de apareamiento y cría”, explicó Olmedo Masat.
Según indicó la becaria, con base en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET), en el PIMCPA también hay especies que se cosechan para fines comestibles o de cosmética. Por lo cual, el conocimiento de la diversidad de macroalgas del lugar es clave.
En este mismo sentido, resaltó el potencial en el uso de herramientas de teledetección: “A través de la caracterización espectral y con el desarrollo de algoritmos se podrían detectar de manera remota los diferentes grupos, llegando en algunos casos a la identificación de géneros de algas, lo cual sería de importancia, por ejemplo, para ver si tiempo atrás hubo arribazones de especies tóxicas o para ver que especies están presentes en el área”.
En su trabajo junto a especialistas del CENPAT, presentaron la descripción de 28 especies de macroalgas costeras del Atlántico Sur, 22 de ellas incluidas por primera vez en una librería espectral, que puede servir de base a futuros estudios de teledetección.
Sobre los procesos oceanográficos, la investigadora analizó un período de cinco años, utilizando imágenes satelitales de resolución espacial media para analizar los movimientos de agua de la zona, que le permitió identificar y caracterizar más de 20 estructuras oceanográficas de submesoescala (1 a 10 km) asociadas principalmente a islas y promontorios presentes en la zona.
Su estudio se centró en aquellas que son persistentes para describir su ubicación y forma en detalle, analizando su dependencia con variables como marea, viento, batimetría y estacionalidad. Todos estos movimientos constituyen mecanismos poderosos para la mezcla horizontal y vertical, lo que tiene importantes implicaciones biológicas, por ejemplo, el movimiento de nutrientes como así también, en la agregación y dispersión de larvas y organismos.
Teledetección satelital, al servicio de la ciencia
Para llevar adelante el trabajo, Olmedo Masat utilizó imágenes satelitales de Landsat y Sentinel-2 que tienen resolución media de acceso libre y gratuito. “Había que buscar satélites que tengan la resolución espacial adecuada para observar el terreno. El Landsat pasa cada quince días por el lugar así que cada dos semanas tengo una imagen nueva, siempre y cuando no haya nubes”.
El equipo procesa, por medio de algoritmos, la información de esta tecnología. “El problema es que no existe ningún satélite diseñado específicamente para zonas costeras, por lo que buscamos adaptarnos a las herramientas disponibles. No obstante, el trabajo interdisciplinario que realizamos junto con otros colegas nos permite el poder abordar diferentes temáticas”, manifestó Olmedo Masat.
En una próxima etapa, la investigadora trabajará en la teledetección satelital de colonias de aves marinas y pinnípedos - como focas y elefantes marinos- en la costa de Chubut: “En principio vamos a trabajar con lobos marinos y con cormoranes, que son especies presentes en el área, por lo que se puede realizar los censos de sus poblaciones en temporada reproductiva. Se espera que, en un futuro, podamos encontrar metodologías que permitan la replicación para otros lugares”, concluyó la bióloga.
El estudio fue dirigido por la Dra. Noela Sanchez Carnero (CESIMAR-CONICET) y el Dr. Daniel Rodríguez Pérez (UNED- España).