Los “padrinos” de la inteligencia artificial ganaron el Nobel de Física 2024

Los galardonados son John J. Hopfield y Geoffrey E. Hinton. Investigadores del CONICET reflexionan sobre la importancia de sus contribuciones científicas.

Se anunció el segundo galardón del año para los físicos de las universidades de Princeton y Toronto por su aporte al desarrollo de herramientas que permiten el aprendizaje automático.

La Real Academia Sueca de Ciencias ha decidido otorgar el Premio Nobel de Física 2024 a John J. Hopfield y Geoffrey E. Hinton por sus descubrimientos e invenciones fundamentales que permiten el aprendizaje automático con redes neuronales artificiales”, afirmó el jurado en un comunicado.

Hopfield creó una red neuronal artificial para almacenar y recuperar memoria por asociación, lo que permite, por ejemplo, almacenar y reconstruir imágenes y otros tipos de patrones en los datos e información. Por su parte, Hinton inventó un algoritmo “de la retropropagación del error”, que permite que las redes neuronales artificiales ‘aprendan’ a partir de experiencias en forma muy similar a la forma en que aprendemos los humanos y los animales. Estas contribuciones fueron claves para diseñar las grandes redes neuronales artificiales que se utilizan actualmente.

“Tanto en sus aspectos beneficiosos como en sus aspectos más amenazantes, la teoría de redes está produciendo un cambio en la humanidad de proporciones colosales, y fueron las contribuciones de estos dos científicos los que crearon los pilares de esta nueva revolución conceptual que estamos viviendo”, explicó Gabriel Mindlin, científico del CONICET en el Instituto de Física de Buenos Aires (IFIBA, CONICET-UBA).

Para Francisco Tamarit, investigador del Instituto de Física Enrique Gaviola (IFEG), el premio es “un acto de justicia, porque Hopfield es quien dio el puntapié para el auge de las redes neuronales que estamos viviendo hoy, quien tuvo la primera idea de esta revolución”. Tamarit conoció al propio Hopfield en vivo y en directo. “Fue en la Universidad de San Pablo en San Carlos, donde fui a tomar un curso con él hace muchos años, y pude comprobar que es una persona muy generosa”, comentó al portal web de CONICET.

Según indicaron los especialistas, Hopfield trabajaba en el modelado de vidrios, y se dio cuenta, en 1982, que estos materiales tan baratos y comunes podían llevarlo a modelar un cerebro humano para almacenar memoria, como almacenan los animales. Su trabajo quedó escondido hasta que otros científicos italianos e israelitas lo retomaron en el año 1985. “No descubrió algo, lo inventó. Y sus ideas, como las de Hinton, son las que ahora usamos en todas las redes neuronales artificiales que dan lugar a la inteligencia artificial más sofisticada, como la que vemos por ejemplo en el Chat GPT”, concluyeron.