Un encuentro para poner en valor la ciencia y tecnología argentina
El Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales y la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias organizaron una jornada federal e interdisciplinaria que nucleó a más de 10 asociaciones científicas. La necesidad de articular esfuerzos y recursos, la ciencia como eje fundamental para un país desarrollado y la importancia de que el Estado fortalezca la inversión en CyT, entre algunas de las claves del evento.
Agencia CTyS-UNLaM- Con presencia federal e interdisciplinaria de varias asociaciones científicas y tecnológicas, el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales y la Asociación Argentina para el Progreso de la Ciencias llevaron a cabo una sesión académica. ¿El objetivo? Visibilizar y difundir el impacto de los sectores científico-tecnológicos en distintas esferas del país.
La jornada, titulada “Ciencia y tecnología para y por los argentinos”, contó con disertantes que destacaban tanto por su trayectoria como por la diversidad de disciplinas representadas. “La entusiasta respuesta de las asociaciones pone de manifiesto la relevancia del trabajo colectivo, constructivo y responsable”, sostuvo, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM, la doctora Susana Hernández, presidenta de la AAPC y directora del Comité de C&T del CARI.
Durante el encuentro –que tuvo una modalidad híbrida, con asistencia tanto presencial como virtual-, pudieron compartir perspectivas y experiencias distintas asociaciones científicas. Así, estuvieron presentes la Sociedad Argentina de Ciencia y Tecnología Ambiental, la Asociación Civil Argentina de Historia Económica, la Sociedad Argentina de Investigación en Química Orgánica, la Sociedad Argentina de Antropología y la Unión Matemática Argentina.
También hubo representantes de la Sociedad Argentina de Botánica, la Asociación Argentina de Materiales, la Asociación Paleontológica Argentina, la Asociación Argentina de Ecología y la Sociedad Argentina de Genética.
Una pluralidad de voces, experiencias y debates
El evento se inició con las palabras de apertura del presidente del CARI, Francisco de Santibañes. La moderación estuvo a cargo del doctor Miguel Ángel Blesa, investigador emérito de la CNEA y académico de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
El primer panel estuvo dedicado a las exposiciones del sector de Ciencia, Tecnología e Innovación. Allí expusieron el doctor Livio Rafael Gratton, secretario de Ciencia y Tecnología de Salta; la doctora Erica Hynes, secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación de Santa Fe; la doctora Elsa Kelly, consejera y miembro del Consejo Consultivo del CARI; y el ingeniero Víctor Pochat, Profesor Honorario de la Universidad Nacional del Litoral.
Hynes compartió objetivos y alcances de la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación. "Es un dispositivo muy valioso porque tiene a su cargo la distribución de fondos estratégica y democráticamente- apuntó.- Buscamos afianzar a la Agencia, difundir su misión y que la conozcan todos los que necesiten fondos para innovar”, agregó.
La secretaria también disertó sobre el programa de Biotecnología que lleva adelante la provincia; el programa de cultura científica Código Ciencia –“que busca promover la cultura científica de las unidades santafesinas, para contribuir a la toma de decisiones, al debate, a la apropiación y que promueve el sector económico del conocimiento”-; y el Centro Científico, Tecnológico y Educativo Acuario Río Paraná.
“Es realmente un proyecto de vanguardia, que implica un centro científico, tecnológico y educativo. El eje científico es porque cuenta con un laboratorio mixto, de la Universidad Nacional de Rosario, el CONICET y la Provincia de Santa Fe. El eje educativo, por el fuerte acento en la educación ambiental. Y también un eje de vinculación, como por ejemplo con las comunidades del río o los actores que se dedican a la acuicultura”, resumió.
El agua, ese elemento tan indispensable como finito
Luego fue el turno de Pochat, quien abordó cuestiones en torno al agua dulce como un recurso finito, vulnerable y esencial para la vida y el ambiente. “Esta idea no es del todo comprendida, en su totalidad, por aquellos que tomas decisiones fundamentales. No hay que dejarse confundir por la idea de ‘planeta azul’, porque el porcentaje de agua dulce es realmente muy pequeño”, alertó el experto.
Pochat también señaló el hecho de que el agua es vital para todos los sistemas productivos. Allí incluyó la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería, la generación de energía, el transporte, el comercio y el turismo, entre otros. “Con este escenario, el agua plantea desafíos a todas las ciencias”, remarcó.
Así, el científico explicó la necesidad del conocimiento sobre el agua, como cantidad, calidad, cómo se desplaza, su comportamiento. También hizo hincapié en la importancia de aprender cómo hacer para mejorar los mecanismos de transporte de agua potable, así como su saneamiento. “Es clave analizar en profundidad cómo aplicar el servicio de extracción de agua, de su potabilización, el transporte y la distribución”, enumeró.
Por último, alertó sobre actividades económicas y productivas que son grandes contaminantes del agua, como hidrocarburos y minería. También apuntó la necesidad de contar con investigaciones de las ciencias sociales. “Estos campos pueden aportar saberes en la organización de la gestión, de las leyes, el impacto de las instituciones y la cultura. Es importantísimo entender las necesidades de la sociedad y darle una participación activa a la comunidad”, precisó.
El cambio climático, un problema cada vez más urgente
La doctora Elsa Kelly, consejera y miembro del Consejo Consultivo del CARI, centró su disertación en torno a la necesidad de abordar de forma interdisciplinaria el problema del cambio climático. Más precisamente, de cómo este tiene consecuencias globales que afectan a ecosistemas, océanos y a toda forma de vida.
“Es indudable que hay una enorme relación entre la actividad humana, con la emisión de gases de efecto invernadero, y este fenómeno del cambio climático- aseveró la doctora-. Por eso es clave que distintos organismos científicos estudien los mecanismos e impactos del cambio climático. También que se busquen desarrollar acuerdos internacionales para que los Estados miembro de Naciones Unidas inicien programas y políticas que ayuden contra esta problemática”.
Kelly también hizo hincapié en la necesidad de virar hacia otro modelo económico y productivo que no dependa en gran medida de los hidrocarburos. “Sabemos que no es nada fácil, porque requiere de todo tipo de programas, disciplinas y políticas de Estado”, admitió, al tiempo que alertó, a título personal, el peligro de que, desde ciertos sectores, se instale la idea del “cambio climático como una ideología o que, en todo caso, el calentamiento del planeta es algo natural que no depende de la actividad humana”.
“Visiones como esta son críticas. Estamos ante un planeta cada vez más devastado, con ecosistemas que no alcanzan para cubrir las cubrir las necesidades básicas de la vida, humana, animal, vegetal. Si no se acepta el rol de las actividades humanas en este proceso, no se harán las correspondientes políticas de Estado para corregir la situación. Es clave reaccionar constructivamente y llevar racionalidad a un debate que hay que dar sí o sí en el país”, resumió, en el cierre.
Una ciencia y tecnología con apoyo del Estado
El panel 2 tuvo como ejes las presentaciones de distintas asociaciones científicas argentinas. Así, expusieron el ingeniero César Belinco, por la Asociación Argentina de Ensayos No Destructivos y Estructurales; la doctora Laura Suad, por la Asociación Argentina de Astronomía; y el doctor Mariano Correa, por la Asociación Argentina de Investigaciones en Fisicoquímica.
Para Belinco, encuentros como el de este martes son claves, para fortalecer el diálogo. “Cualquiera de las disciplinas en las que trabajamos cada una de las asociaciones es básicamente el trabajo mancomunado de distintas personas y distintos ámbitos, tanto científico y tecnológico como del ambiente académico e industrial. Este tipo de espacios de diálogo nos retroalimenta”, aseguró, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.
Consultado por la necesidad de que el Estado siga apoyando a la ciencia, Belinco aseveró que “en la mayoría de los países que se han desarrollado, el Estado es el gran financiador, directa o indirectamente”. “No hay país en el mundo que se haya desarrollado sin definir políticas claras para definir sectores estratégicos y exigir resultados”, agregó.
El ingeniero explicó que su asociación científica “está justo en el medio de lo que es el gran conocimiento científico y las cuestiones básicas de la física, pero que son muy aplicadas”.
“Utilizamos todos esos principios para diagnosticar, por ejemplo, que un avión sea seguro, un puente o una planta nuclear lo sea… Es decir, buscamos que todo eso sea rentable y que todos los sectores productivos involucrados puedan armónicamente cuidar el ambiente y generar productos y servicios de alta calidad”, explicó.
Las asociaciones científicas, en el desafío de unir esfuerzos
Suad compartió la experiencia de observatorios en distintos estadios de finalización, con cooperaciones internacionales y que ponen a Argentina en un lugar de suma importancia a nivel internacional. Para la científica, ese escenario también va a dar espacios a astrónomos y empuja el desarrollo científico-tecnológico.
“Celebramos estos encuentros porque, ante un contexto de desfinanciamiento y con la gente joven que ya se está yendo, lo que debemos hacer es unirnos como asociaciones científicas y desarrollar una estrategia”, planteó la doctora, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.
Además, Suad, remarcó que “el Estado tiene que estar presente, sobre todo en lo que tiene que ver con ciencia básica. ¿Qué empresa va a financiar la investigación básica, que empresa va a poner plata en la financiación de un laboratorio? Los resultados seguramente luego reditúen para el privado, pero la ciencia básica tiene que estar en manos del Estado”, subrayó.
El último panel estuvo integrado por las disertaciones de la doctora Juana Gervasoni, del Foro de Mujeres en Ciencia, Tecnología y Sociedad; del doctor Andrés Kreiner, de la Asociación del Personal de la CNEA y de la Actividad Nuclear; y de la doctora Mariela Portesi, de la Asociación Física Argentina.
“Jornadas como esta son claves para compartir experiencias sobre el desarrollo de cada una de las asociaciones científicas. Es clave poner en valor las trayectorias y proyectos en conjuntos y fortalecer las colaboraciones”, compartió Portesi, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.
La especialista aseguró que hay toda una serie de proyectos “deben ser financiados estratégicamente desde el Estado”. “Tenemos una base enorme, con las universidades nacionales, el CONICET y toda una serie de instituciones activas. Necesitamos generar nuevas ideas y estar en el mundo, compitiendo”, resaltó.
Portesi aseguró que el país cuenta con mu buenos profesionales pero que, aún así, “hay que seguir formando gente e invirtiendo en ciencia y tecnología. A la gente joven, que tiene mucho impulso y en los que tanto se ha invertido para su formación, necesitamos mantenerlos acá, en el país”.