Aumento de muertes, malnutrición y casos de dengue: aseguran que el cambio climático tiene múltiples impactos en la salud de Sudamérica
La revista científica The Lancet Countdown publicó el primer informe sobre la relación entre el cambio climático y la salud en Sudamérica. Los expertos aseguran que las muertes por calor en la región aumentaron un 160 por ciento en los últimos 20 años y que esta tendencia podría continuar si no se toman medidas inmediatas.
Agustina Lima - (Agencia CTyS-UNLaM) - Un reporte reciente, elaborado por The Lancet Countdown Sudamérica, detalla la relación directa que existe entre el cambio climático y el impacto negativo en la salud de la región. Aumento en el número de muertes por olas de calor, mayor propagación de dengue y enfermedades de transmisión por vectores y la emergencia alimentaria e incendios son algunas de las principales consecuencias de la crisis climática.
“Los efectos adversos se están acelerando y afectando de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables, tendencia que no hará más que continuar si no tomamos medidas inmediatas”, advirtió, en la presentación del informe, Stella Hartinger, directora del proyecto.
El informe es un trabajo conjunto entre 21 instituciones que reúne 28 investigadores de 12 países de Sudamérica (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, y Surinam).
Entre las cifras más impactantes, la especialista aseguró que, en los países de Sudamérica, el aumento del número de muertes relacionadas al calor se incrementó un 160 por ciento, solamente entre el período 2017-2021, comparado con el período 2000-2004.
Además, en los últimos diez años, las olas de calor representaron un mayor peligro para niños y niñas menores de un año y adultos mayores de 65, siendo Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela los lugares más afectados, en términos de muertes atribuibles totales, y con una tendencia en alta.
En este sentido, los expertos manifestaron que también la productividad laboral de la región se vio afectada por las olas de calor y las altas temperaturas. Solo en 2021, la baja de productividad fue equivalente a 22.000 millones de dólares, en donde los sectores de construcción y agricultura fueron los más gravemente afectados, con un 68 por ciento de las pérdidas totales en la región.
Respecto a la propagación del dengue, los investigadores detallaron que esta tendencia aumentó un 35 por ciento en el periodo entre 2012-2021, frente a lo que sucedía entre 1951 y 1960, debido a la rápida urbanización junto a las temperaturas más cálidas.
América Latina deberá preparar sus sistemas de salud
Más allá de los impactos en el continente, los expertos ponen el foco en la adaptación al cambio climático, pero advierten que los sistemas de salud no están lo suficientemente preparados para hacer frente al escenario venidero.
Según el reporte, solo el diez por ciento de la financiación en salud de la región está pensada para adaptarse al cambio climático. Asimismo, aseguraron que “solo Brasil ha desarrollado un Plan Nacional de Adaptación para la Salud hasta 2021, mientras que otros países, como Argentina, Colombia, Chile y Perú, reportan tenerlos listos, pero no fueron presentados o están en fase de desarrollo”.
“Está claro que los gobiernos sudamericanos deben actuar ya para proteger la salud de sus poblaciones frente a los riesgos sanitarios cada vez mayores que plantea el cambio climático. Los gobiernos deben asignar fondos para proteger la salud de las poblaciones locales y tomar medidas para la transición a cero emisiones de carbono”, sentenció Hartinger.
Reducir las emisiones, entre las claves para revertir la situación
A pesar de que Sudamérica es solo responsable del seis por ciento de las emisiones que genera el cambio climático a nivel mundial, reducirlas traería beneficios para la salud de su población. El 39 por ciento de las emisiones de la región provienen del sector energético y esa quema de combustibles fósiles se está convirtiendo en una contaminación del aire que puede ser mortal.
A su vez, el documento expone que reducir al mínimo el consumo de carne roja no sólo ayudaría a evitar muertes por dietas desequilibradas, sino que también contribuiría a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que están fuertemente relacionadas con la cría de ganado y otras prácticas agrícolas.
Los expertos coinciden en que el tiempo de actuar es ahora y que Sudamérica no tiene tiempo que perder. En su intervención durante la presentación del informe, la argentina Matina Romanello, directora ejecutiva de The Lancet Countdown, sintetizó esta idea: “Los gobiernos y empresas todavía priorizan los combustibles fósiles sobre las personas. El mundo enfrenta una coyuntura crítica y la ventana de oportunidad se cierra rápidamente, como ya dijo el IPCC. Esperamos que esta información científica sirva para tomar decisiones ”.
Para consultar el informe completo, se puede acceder a este link.