Un reporte alentador: se redujeron los residuos plásticos de la Cuenca Matanza Riachuelo
La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo realizó un estudio que permite caracterizar los principales residuos sólidos que se retiran del río. Aunque los restos forestales y otros contaminantes fueron los protagonistas, desde la institución aseguran que las cifras de contaminantes plásticos disminuyeron.
Agustina Lima - (Agencia CTyS-UNLaM) - Que la Cuenca del río Matanza-Riachuelo es una de las más contaminadas de la Argentina es una realidad: en los últimos cien años, los niveles de polución fueron aumentando junto con la urbanización del área metropolitana de Buenos Aires y el crecimiento industrial dentro de la cuenca, debido a la vertiente de efluentes y su utilización como sumidero cloacal.
Para revertir este escenario, la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) cuenta con un Plan Integral de Saneamiento Ambiental y realiza semestralmente un estudio de caracterización que permite conocer detalles sobre el tipo de residuos extraídos del agua y apuntar el porcentaje estimado de la cantidad y tipos de desechos para una posterior planificación estratégica de saneamiento. Las cifras del último reporte son alentadoras: se habrían reducido la cantidad de plásticos hallados en el relevamiento en un 39 por ciento respecto al último informe.
“Desde el organismo dividimos la Cuenca en tres tramos: Alta, Media y Baja. En cada una de ellas, de acuerdo al uso del suelo y a la situación socio ambiental, se generan distintos tipos de residuos”, explicó Ricardo Rollandi, director de Gestión Integral de Residuos Sólidos de ACUMAR, a la Agencia CTyS-UNLaM.
El último informe publica demostró que, sobre los residuos analizados, alrededor del 46,9 por ciento son restos de ramas, forestales y desmalezado; 28,4 son plásticos; el 6,3 son pañales y apósitos; 5 son materiales como cartón y telgopor; 4,6 son neumáticos; 4,6 restos textiles; el 4,2 son maderas; 3,6 son envases metálicos y 0,7 son vidrios.
Mientras que, en el estudio anterior, publicado en septiembre de 2022, los residuos más predominantes también fueron restos de ramas forestales y desmalezado -30 por ciento-. Aunque, en febrero de 2022, el primer puesto se lo quedaron los plásticos, con un 46 por ciento.
Para Rollandi, el panorama parece dar buenas señales. “Lo que está claro es que bajaron las cifras de residuos sólidos flotantes, en torno a un 20 por ciento interanual. Esto quiere decir que se está resolviendo el problema antes de que el residuo llegue al río”. Además, destacó el aporte de embarcaciones, para el traslado de la basura. “Ya hace un tiempo que se hizo más eficiente el traslado de los desechos con barcos que tienen poco calado, tanto en altura como en profundidad, lo que nos permite llegar a lugares del río que antes no llegábamos, por la poca profundidad del agua”.
Las muestras para este análisis se toman sobre cuatro puntos estratégicos a lo largo de 22 kilómetros del Riachuelo. Los tramos 1 y 2 abarcan desde la Ruta 4 hasta Puente Alsina, el tramo 3 contempla desde Alsina hasta Puente Bosch y el tramo 4 comprende el análisis entre Puente Bosch y la Autopista Buenos Aires – La Plata.
Que los residuos no lleguen al río, una clave de gestión
El reciente análisis derivó en la creación de la “zona cero”: se trata de una nueva área de exploración ubicada desde Puente la Noria hacia aguas arriba, para extender la búsqueda de residuos que se generan en esa zona del río y que aún no están cuantificados.
“Estas acciones se realizan para tomar determinadas directivas en función de lo que dicen los estudios. En este caso, hace un año vimos que había un aporte importante de residuos de los arroyos que confluyen al cauce principal, por lo que implementamos un servicio para la limpieza de arroyos. Con este tipo de estudios, lo que se hace es tomar ciertas determinaciones técnicas y al mismo tiempo, decisiones políticas”, aseveró el experto en residuos sólidos.
Para Rollandi, la clave para la reducción de los residuos está en difundir esta problemática e implementar herramientas de gestión integral de residuos. “Hay que comunicar y generar conciencia en la población. Es lo mejor que podemos hacer, no solo cambiando conductas individuales sino, sobre todo, cambiando conductas colectivas. La basura no llega caminando al río, llega por diversos factores, como la falta de recolección municipal, causas ambientales, entre otros”.
Desde ACUMAR aseguran que uno de los macro objetivos es apuntalar la economía circular, para que la mayor cantidad de recursos no terminen su ciclo como residuos, sino que su vida útil se extienda y se conviertan en recursos para ser reintroducidos en el sistema productivo. Desde el organismo también se impulsa y promueve la separación en origen y recolección diferenciada en los municipios y se diseñan planes de educación ambiental, para contribuir al saneamiento y la recomposición de la Cuenca.