El futuro del agua: un llamado a la acción
En el marco del Día Internacional de los Océanos, el Centro Cultural de la Ciencia, en conjunto con AySA, realizó un conversatorio donde se analizó, de manera interdisciplinaria, la relación entre los impactos del cambio climático en el acceso al agua, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) diseñados por la ONU y las metas del Acuerdo de París.
Agustina Lima (Agencia CTyS-UNLaM) - Cada 8 de junio se celebra el Día Internacional de los Océanos, fecha establecida por la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), para generar conciencia sobre el cuidado de estos ecosistemas que producen, al menos, el 50 por ciento del oxígeno del planeta, albergan la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra y conforman la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo.
Este miércoles , el Centro Cultural de la Ciencia (C3), dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología de La Nación (MINCyT), junto con Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA) llevaron a cabo un panel de exposiciones con el objetivo de analizar el presente y el futuro del acceso al agua, así como también el cuidado de la misma, el rol de la sociedad civil ante el cambio climático y la responsabilidad de los gobiernos e instituciones relacionadas al campo hidrológico.
El evento, que tuvo lugar en el histórico Palacio de las Aguas Corrientes, comenzó con unas palabras de apertura a cargo de Guadalupe Diaz Costanzo, directora del C3, quien hizo hincapié en la gestión del agua, debido a que se trata de un recurso no renovable. “Esperamos que este espacio sea la primera de muchas charlas y que vayamos a la acción, apostando a una transformación cultural, en la cual todos y todas seamos activos en repensar nuestras formas de producción y consumo, para el futuro sostenible que necesitamos”, mencionó.
La primera disertación estuvo a cargo de Inés Camilloni, investigadora independiente del CONICET en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), quien afirmó que “en este contexto de calentamiento global, el ciclo del agua se intensifica, con constantes cambios en las precipitaciones. Hay regiones donde las lluvias se encuentran en aumento, mientras que en otras regiones hay escasez, lo cual tiene un impacto directo en el acceso al agua y la calidad de la misma”.
“También se observan factores como la exposición de la población a los catástrofes naturales, como inundaciones. En este sentido, Argentina se encuentra en zona roja, es decir, se encuentra entre los 36 países más expuestos a fenómenos de inundaciones”, amplió Camilloni.
Asimismo, la especialista en Climatología destacó que es necesario, entre las medidas de adaptación al cambio climático, la planificación de políticas y obras de infraestructura acordes a estos fenómenos que, años atrás, fueron pensadas en contexto de un clima estacionario, pero que en la actualidad quedan sin efecto debido a los reiterados cambios metereológicos.
“Necesitamos cada vez más investigadores formados en temas ambientales, en cuestiones que tienen que ver con el aire, suelo, biodiversidad, y que, además, se formen con una perspectiva que favorezca el análisis multidisciplinario. El fin es comprender y encontrar soluciones a los problemas ambientales críticos que estamos atravesando”, comentó la investigadora a la Agencia CTyS-UNLaM.
“Un rol central que tenemos quienes ya estamos trabajando en materia de investigación tiene que ver con la comunicación para despertar vocaciones. Tenemos que sumar más jóvenes que encuentren en la ciencia el camino para resolver este tipo de problemáticas”, explayó.
“Otra de las cuestiones es que requerimos más mujeres haciendo ciencia, que tienen una enorme capacidad de trabajar en equipo, lo cual es muy favorecedor para tener perspectiva multidisciplinaria. Si bien hay mujeres haciendo investigación, encontramos una gran inequidad en términos de cargos Particularmente en el CONICET suelen ocupar las categorías más bajas”, continuó, en diálogo con la Agencia CTyS.
Por su parte, Alejandro Barrio, director de la Dirección Técnica y de Desarrollo Tecnológico de AySA, aseveró durante su disertación: “Cada uno, de forma individual, puede contribuir al cuidado del planeta y del agua. Desde no utilizar bolsas o plásticos que después contaminan los recursos hídricos, elegir comprar en empresas que estén comprometidas con el cuidado del ambiente, todo puede sumar”.
Por último, desde la asociación civil Jóvenes por el Clima Argentina, la activista Mercedes Pombo señaló: “Garantizar el acceso al agua es una cuestión de justicia social, es imposible no relacionar los temas ambientales con la sociedad y las medidas políticas”.
En paralelo, Martina Gómez, perteneciente a la misma agrupación, remarcó que, si no se realizan cambios reales, “no solo los seres humanos se verán afectados, sino también los ecosistemas y demás seres vivos”. Además, agregó: “Tenemos que repensar nuestros hábitos de consumo, los altos niveles de contaminación en ríos y mares por desechos plásticos es un debate que tiene que estar presente siempre”.
En el cierre del panel y tras una ronda de preguntas a los disertantes, la periodista Nora Bär, moderadora del evento, resaltó que “las superestructuras deben tomar conciencia y hacerse responsables de sus actividades, desafíos y metas”, en pos de contribuir a pensar y diseñar políticas que acompañen y refuercen las acciones llevadas adelante por la población en el cuidado del ambiente.