Presentaron los resultados del informe sobre cambio climático y vulnerabilidad
Durante el evento, realizado de forma virtual, se analizaron los principales aspectos del reporte realizado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Entre los riesgos, los especialistas alertaron sobre la escasez de agua, las olas de calor y posibles inundaciones por el aumento del nivel del mar.
Agustina Lima (Agencia CTyS-UNLaM) – Autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCyT) y del Ministerio de Ambiente presentaron los resultados del nuevo informe llevado a cabo por el Grupo de Trabajo II del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). El estudio estuvo enfocado en los impactos, vulnerabilidad y adaptaciones socioeconómicas y ambientales. En total, contó con 270 autores de 77 países, de los cuales tres son de Argentina.
El evento fue transmitido en vivo por el canal de YouTube del MINCyT y contó con la apertura de la doctora Carolina Vera, jefa de Gabinete de la cartera de ciencia e integrante del Comité Ejecutivo del IPCC; Roberto Sánchez-Rodríguez, investigador mexicano y vicepresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC; y de Cecilia Nicolini, secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación de Ambiente. También disertaron los investigadores argentinos que participaron como coautores del trabajo.
“Este nuevo informe es un recurso muy valioso y pone en primer plano la importancia que tiene la política y la urgencia que tenemos para diseñar e implementar soluciones que nos permitan adaptarnos al impacto del cambio climático, frente a esta crisis climática que ya estamos viviendo”, comenzó Nicolini en su exposición.
A continuación, resaltó la importancia de fortalecer las relaciones a través de iniciativas público-privadas, innovar en herramientas financieras y redoblar los esfuerzos con los diferentes ministerios para poder diseñar un plan nacional de adaptación. “Tenemos un compromiso internacional para llegar a la carbono-neutralidad en 2050. Todas estas acciones climáticas deben llevarse a cabo con justicia social y con un fuerte enfoque ambiental”, agregó la mandataria.
Principales resultados con enfoque local
Paulina Martinetto, coautora del capítulo tres del informe e investigadora en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC- CONICET), alertó: “El cambio climático está afectando la vida de miles de millones de personas. A pesar de los esfuerzos de adaptación, la pérdida y daños de los ecosistemas, y de vidas y de medios de subsistencia de las personas se han incrementado debido a la intensificación de fenómenos naturales”.
“Entre 3,3 a 3,6 mil millones de personas viven en puntos críticos de alta vulnerabilidad al cambio climático. Estos puntos críticos se encuentran distribuidos principalmente en Centro y Sur de América, en África oriental, central y este, y en Estados que se desarrollan en pequeñas islas y el Ártico”, continuó la científica.
“Cada pequeño incremento en el calentamiento global tendrá mayores repercusiones en las personas y la biodiversidad- amplió Martinetto-. Por ejemplo, un aumento de la temperatura a 1.5°C derivará en la pérdida de especies y ecosistemas de alta montaña, arrecifes de corales tropicales y humedales costeros como las praderas marinas. Si se supera esa temperatura y se llega a 3°C, estas pérdidas se incrementarán hasta diez veces”.
Por su parte, Pablo Peri, coautor del capítulo 12 del reporte y miembro del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), alertó: “América Central y del Sur se encuentran altamente expuestas, vulnerables y fuertemente impactadas por el cambio climático, situaciones que se amplifican por la desigualdad, la pobreza, el crecimiento poblacional, el cambio de uso de suelo y su degradación, la deforestación con la consecuente pérdida de biodiversidad y la alta dependencia de las economías nacionales y locales sobre los recursos naturales para la producción de commodities”.
En el informe, la evidencia científica confirma que la sinergia entre el fuego, el cambio de uso de la tierra -particularmente la deforestación- y el cambio climático impactan directamente en la salud humana, el funcionamiento de los ecosistemas, la seguridad alimentaria y los medios de vida de las comunidades dependientes de los recursos naturales.
En el capítulo 12, destinado a la vulnerabilidad, los especialistas señalan, además, que la región de Los Andes, el noreste de Brasil y los países de América Central se encuentran entre las regiones más sensibles a las migraciones y desplazamientos relacionados con el clima, como sequías, tormentas tropicales, huracanes e inundaciones. Además, se alerta que las mujeres, con mayor foco en las que están en situación de pobreza, son las más afectadas, lo cual amplía en mayor medida las brechas estructurales de género.
Impactos proyectados y un llamado a la acción urgente
Durante su disertación, Matilde Rusticucci, investigadora en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA-CONICET) y coautora capítulo 12 del reporte del grupo de Trabajo II, explicó que, en el futuro, “habrá cambios en la distribución geográfica de las especies marinas y ecosistemas oceánicos y costeros como manglares, estuarios y costas rocosas, así como aquellas especies sujetas a la pesca. También habrá un incremento en la pérdida de glaciares y en las olas de calor”.
Con respecto a la salud, uno de los tópicos que más preocupa a los especialistas, la investigadora indicó que el cambio climático afecta la epidemiología de las enfermedades infecciosas sensibles al clima en la región, con un aumento de las enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, zika o chikungunya, cuyo potencial de reproducción se incrementó entre un 17 y 80 por ciento en el período 1950/54 a 2016/21.
Para Roberto Sánchez-Rodríguez, “no considerar resultados negativos para diferentes grupos sociales o ecosistemas en la planeación e implementación de la adaptación puede conducir a la mala adaptación, agravando las desigualdades sociales y los medios de vida de grupos marginados y vulnerables”.
En este mismo sentido, agregó: “Es necesario una cooperación internacional y financiamiento, tanto público como privado, además de una gobernanza inclusiva, ya que los gobiernos locales son clave para la adaptación climática urbana”.
A pesar de los resultados críticos, el vicepresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC se mostró positivo en la posibilidad de generar acciones y hacer frente al escenario crítico global. “Existe una oportunidad, por tiempo limitado, de revertir el escenario tendencial y avanzar hacia un desarrollo resiliente al clima. Entre las acciones posibles están las soluciones basadas en naturaleza y aquellas de carácter ingenieril, la agricultura urbana, las redes de seguridad social para el manejo de desastres, entre otras”, concluyó.