Descubren más de 700 huesillos que reforzaban la piel de los perezosos prehistóricos
Se trata de centenares de piezas óseas que estaban inmersas en el interior de la dermis de ciertos géneros de estos grandes mamíferos extintos. Fueron encontrados por el equipo del Museo Paleontológico "Fray Manuel de Torres".
Una importante cantidad de pequeños huesitos dérmicos que reforzaban la piel de ciertos perezosos gigantes fue descubierta en una cantera de extracción de tosca luego de una prospección de rutina realizada por integrantes del Museo Paleontológico de San Pedro “Fray Manuel de Torres”, a 170 km de Buenos Aires.
Las pequeñas piezas óseas, cuyo tamaño varía entre los 2 y los 12 milímetros de diámetro, fueron observadas en sedimentos cuya antigüedad para la zona se estima superior a los 20.000 años, según detalló un comunicado de prensa del Museo.
El descubrimiento fue realizado en el predio de la firma Tosquera San Pedro, propiedad de la familia Iglesias, por Walter Parra, Jorge Martínez y José Luis Aguilar.
El lugar, ubicado a unos 5 kilómetros del casco urbano de San Pedro, es una cantera en actividad cuya firma propietaria interactúa con el equipo del museo desde hace varios años; una relación que ha permitido recuperar fósiles muy valiosos.
Los osteodermos, como se denomina a estos pequeños huesillos, eran formaciones óseas que generaba la piel de ciertos géneros de perezosos prehistóricos gigantes como los Milodontes y los Glosoterios, aunque estaban ausentes en otros perezosos gigantes como megaterios y lestodontes.
“Entre los tejidos de su gruesa piel, estos animales desarrollaban estas bolitas duras como una estrategia de defensa ante el ataque de sus depredadores. Ubicados uno al lado del otro, comenzaban como diminutos paquetes de células que crecían hasta alcanzar el tamaño de un poroto, para luego terminar generando una especie de `malla´ flexible pero muy resistente que cubría el cuerpo y que dificultaba el ingreso de garras y dientes cuando los atacaban los carnívoros de la época”, afirma José Luis Aguilar, director del museo, en la gacetilla.
Para el doctor Luciano Brambilla, investigador del Centro de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Nacional de Rosario, “el hallazgo en un yacimiento de un cúmulo de osteodermos denota la presencia de un animal tipo milodontino, ya que estos osteodermos recubrían prácticamente todo el cuerpo de ese grupo de perezosos gigantes en Argentina, al final del Pleistoceno”.
Además, el investigador detalla que ha evidencia de recubrimiento en los pies, la cola, el torso y cabeza. “Su función precisa se continúa revisando ya que, además de funcionar como una armadura para reforzar la gruesa piel de estos animales, se los ha señalado como reserva de calcio en estos grandes mamíferos”, concluye.