Según un relevamiento del CONICET, uno de cada 20 infantes y adolescentes tiene Hipertensión Arterial
Los profesionales alertan sobre la importancia de la prevención de la presión arterial elevada en niñas, niños y adolescentes, así como también del tratamiento de los factores de riesgo. Los especialistas destacan que “la hipertensión arterial es un problema de salud pública y no es exclusivamente secundaria a otras patologías".
En los últimos años, la hipertensión ha sido reconocida como un importante problema de salud en la población pediátrica. Con el fin de estimar la prevalencia de presión arterial elevada e identificar los factores de riesgo cardiovascular en niños y adolescentes de la República Argentina, se realizó una revisión sistemática de los estudios observacionales ubicados durante el período 1998-2014.
“Uno de los grandes errores sobre la Hipertensión Arterial (HTA) en niños y adolescentes es considerarla como una enfermedad de adultos sin ninguna relevancia real para la población pediátrica. Sin embargo, los datos surgidos de esta revisión sistemática indicaron que, en Argentina, más de uno de cada 20 niños y adolescentes escolarizados presentó Presión Arterial Elevada (PAE)”, explicó el doctor Alejandro Díaz del Hospital Municipal Ramón Santamarina (Municipalidad Tandil -CONICET).
Los resultados del estudio determinaron que la prevalencia de PAE en niños, niñas y adolescentes escolarizados de la Argentina es de del 6.6 por ciento, en tanto que, estudios similares de países de Europa y Estados Unidos, indican que allí varía entre el uno y el cinco por ciento y, en otros países de bajos y medianos ingresos, alcanza el diez por ciento.
En los últimos años, la presión arterial en menores ha ido en aumento y, según explicó a la Agencia CTyS-UNLaM el doctor en cardiología Carlos Reguera “esto se debe, en gran parte, a la obesidad, que, en Argentina, es significativa, ya que tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de cinco años de América Latina y el Caribe, pero también tiene como otras causas el sedentarismo y la mala alimentación”.
Según la revisión realizada por Díaz la prevalencia de PAE se incrementa con el paso de los años: de un 4,3 por ciento en el grupo de niños y niñas de 5 a 10 años pasa al 7,4 por ciento en adolescentes de 11 a 20 años. “En la transición de la niñez a la adolescencia cambian los hábitos de vida, la dieta, el ejercicio y el uso de pantallas, además cambian notablemente la talla y el peso, lo que repercute en los valores de presión”, explicó el doctor en Medicina.
“La hipertensión arterial es un problema de salud pública y no es exclusivamente secundaria a otras patologías. En un principio, se la consideraba efecto de enfermedades que provocaban elevación de la misma a causa de trastornos vasculares, renales o endocrinológicos, pero ya se sabe que no es así”, detalló Reguera.
“Hoy, sabemos que la forma de presentación más frecuente -sobre todo, en adolescentes- es la hipertensión primaria o esencial, que es la que se produce también con más recurrencia en adultos y cuyo origen no es reconocible. De todas formas, en los niños con diagnóstico de hipertensión siempre se recomienda estudiar causas secundarias. La prevención y el tratamiento de los factores de riesgo constituyen el desafío actual de los profesionales de la pediatría”, destacó Reguera quién también es Jefe del Área de Cardiología y Medicina Preventiva de INEBA.