“Con cada persona excluida hay un equipo que se desguaza”
Así se expresó la arqueóloga e investigadora Marcia Bianchi sobre el ajuste al sector científico, durante la Feria de Ciencias que se realizó este miércoles, en distintos puntos del país, como medida de fuerza.
Agencia CTyS-UNLaM - Científicos de todo el país convocaron a un paro nacional y realizaron distintas ferias de ciencias para divulgar sus estudios y concientizar acerca del recorte presupuestario en CONICET y en las distintas dependencias de la cartera de Ciencia.
Desde finales del año pasado, la situación de los investigadores argentinos cobró notoriedad en el espacio público. 498 científicos no pudieron acceder a la Carrera de Investigador Científico y esperan su reubicación en alguna universidad o instituto de Ciencias donde puedan continuar sus líneas de investigación.
La implementación de estas medidas paliativas todavía no fue asegurada. Mientras tanto, los científicos continúan con las negociaciones, la articulación entre sectores de investigación, organizaciones gremiales, becarios e investigadores de trayectoria, y las actividades para acercar la problemática a la población, sus causas y sus posibles efectos.
Este miércoles, los afectados decidieron salir una vez más a la calle y manifestarse por medio de la divulgación. Así, las principales plazas de distintas provincias se vieron colmadas de experimentos, pósters, charlas debate y profesionales que explicaron qué es lo que sucede al interior de los laboratorios.
La ciudad de Bariloche también fue parte de la divulgación callejera. Allí, las instituciones nucleadas en el centro científico Patagonia norte se manifestaron por las medidas actuales del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, que produjeron la exclusión de 18 científicos de la región doblemente recomendados para ingresar a CONICET.
“No se está haciendo una discusión abierta, frontal y democrática sobre las políticas de ciencia y técnica. Con cada persona excluida hay un equipo que se desguaza”, sostiene la arqueóloga, integrante de Científicos y Universitarios Autoconvocados (CyUA) e investigadora de CONICET, Marcia Bianchi, que participó de las actividades en la ciudad rionegrina.
Además del conflicto por la situación de los postulantes que no ingresaron a CONICET, la comunidad científica enfrenta otra disputa con el organismo: el recorte de los ingresos a 450 puestos para ingresar, en el próximo llamado, a la Carrera de Investigador Científico. De esa cantidad, el 50 por ciento será destinado a investigadores provenientes de las áreas estratégicas del Plan Argentina Innovadora 2020.
En esta línea, el próximo año habrá menos vacantes para investigadores dedicados a producir conocimiento básico y profesionales del área de las Ciencias Sociales. Al respecto, Bianchi sentencia: “Toda ciencia es útil, desde la más básica —que genera conocimiento de manera aleatoria y permite la creación de nuevos medicamentos, fórmulas químicas, aplicaciones y tecnologías— hasta la evaluación de bosques y el manejo de incendios, cuestiones que no son temas menores en nuestra región”.
Por su parte, Pablo Di Napoli, integrante de Becarios Empoderados, señala: “Hablar de utilidad es una categorización cuya utilidad, valga la redundancia, no radica en la relevancia social y productiva de las investigaciones, sino que constituye un eufemismo para clasificar a las ciencias en varios niveles (de 1ra, de 2da, de 3ra, y así...) y estigmatizar a determinadas áreas como ‘inútiles’".
Sobre el futuro del sistema científico, Bianchi señala que la creciente federalización de los vínculos entre científicos promueve la necesidad de un debate extenso en materia de medidas estratégicas.
“Se necesita una política de vinculación con el sector público para que el CONICET no siga ampliando ad eternun su planta permanente. La gente tiene que seguir formándose en CONICET y participando de espacios de investigación en las universidades y en organismos como INTA, Arsat, Invap y Cnea”.
Por último, recuerda que se pueden articular los diversos saberes con las problemáticas concretas del sistema sanitario, medioambiente, infraestructura, gestión y desarrollo social. “El estado —concluye— no tiene que absorber a todo el mundo, tiene que gestionar políticas públicas en relación al mejoramiento de las capacidades de su personal administrativo, político y de diseño de distintos planes. Hasta hace unos años, muchos de nosotros participábamos en proyectos de mejoramiento de políticas públicas que ya no se ejecutan. Es muy fuerte el golpe”.