Nuevos expertos para el Plan Espacial Argentino
En pocos años, Argentina será uno de los pocos países capaces de producir y lanzar satélites al espacio. Ante esta etapa desafiante, la CONAE, junto a tres universidades nacionales, prepara a los expertos que serán necesarios en la Estación Espacial Teófilo Tabanera ubicada en Córdoba.
Agencia CTyS-UNLaM - El secretario general de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, Félix Menicocci, destacó la importancia de la Maestría en Desarrollos Informáticos de Aplicación Espacial que han iniciado en conjunto con la Universidad Nacional de la Matanza (UNLaM), la Maestría en Instrumentos Satelitales en convenio con la Universidad Tecnológica Nacional-Mendoza y la Maestría en Tecnología Satelital, junto a la Universidad Tecnológica Nacional-Córdoba.
“Estas maestrías significan más desarrollo, más tecnología y más capacidades para que se formen nuestros jóvenes”, valoró Menicocci respecto a los posgrados que tuvieron inicio este año y que se suman a la Maestría en Aplicaciones de Información Espacial en sociedad con la Universidad Nacional de Córdoba que comenzó en 2009.
El ingeniero Carlos Barrientos, investigador de la CONAE y director de la Maestría en Desarrollos Informáticos en convenio con la UNLaM, comentó que “este posgrado apunta a un área clave, porque el desarrollo de software tiene cada vez más injerencia en el área espacial”.
“Allá por 1960, en la época de los proyectos Apolo de Estados Unidos, el software constituía una parte mínima, muy elemental, pero en los satélites modernos y en la industria espacial actual el 60 por ciento de las horas de trabajo de ingeniería consisten en desarrollos informáticos”, aseguró Barrientos, quien participó de diversas misiones satelitales, entre ellas la del SAOCOM 1 que será puesto en órbita próximamente.
Barrientos explicó a la Agencia CTyS-UNLaM que “la informática es transversal a toda el área espacial: hay software en la plataforma satelital y en los instrumentos que se ponen en órbita; hay software en la estación terrena desde donde se controlan los satélites que están en el espacio; también, en el procesamiento, en almacenamiento de los datos y en el portal de acceso a esos datos por parte del público en general”.
El doctor Jorge Ierache, coordinador de la Maestría y profesor de la UNLaM, detalló que este posgrado “se orienta tanto en el segmento terrestre, que tiene que ver con toda el área de control, telecomando, procesamiento de señales, como en el segmento espacial, tanto del vector como de las cargas útiles que hay dentro del satélite”.
“Si sacáramos una radiografía de cómo se componen los recursos humanos del área espacial en argentina, veríamos que 60 de cada 100 técnicos e ingenieros se dedican al área de informática”, aseveró Barrientos, formado en el Instituto Balseiro y el Massachusetts Institute of Technology (MIT). E indicó: “Sin embargo, en Argentina y en toda Latinoamérica no había ninguna maestría específica para desarrollar expertos en esta área clave”.
En efecto, uno de los primeros once alumnos de la Maestría en Desarrollos Informáticos de Aplicación Satelital es venezolano y ya hay interés de ingenieros de Chile y Bolivia para incorporarse al grupo que comenzará su especialización en 2018.
“Ya nadie pone en duda la utilidad de la información que nos pueden brindar los satélites, tanto para la agricultura, la minería, la pesca, para el estudio de los océanos, para la salud, para la prevención de incendios, por lo que creo que a futuro se va a producir un crecimiento exponencial en el desarrollo de software para la aplicación espacial y necesitamos especialistas en esta área”, aseguró Barrientos.
Unidades de desarrollo de software para el área espacial
Las tres maestrías tienen una duración de dos años y son de dedicación exclusiva, con una carga horaria que va desde las 9 de la mañana hasta las 17, de lunes a viernes. Se dictan en el Instituto Gullich de la Estación Espacial Teófilo Tabanera, ubicado a 30 kilómetros de la ciudad de Córdoba.
“En la Estación Espacial trabajan unas 400 personas; desde acá se controlan todos los satélites que pertenecen a la CONAE y es como si los cursantes de las maestrías fueran parte del plantel”, relató Barrientos.
Los estudiantes están totalmente becados y tienen que superar un proceso de selección previa para acceder a las maestrías. Respecto a la Maestría en Desarrollos Informáticos, cada alumno se especializa en un área específica de desarrollo de software dentro del Plan Espacial Argentino.
El doctor Jorge Ierache describió que si bien los once estudiantes comparten horas de cursada, cada uno de ellos se especializa y trabaja en distintas Unidades de Desarrollo conformadas por empresas que articulan con la CONAE en el marco del plan estratégico espacial; por ejemplo, algunos investigan el desarrollo de satélites en arquitectura segmentada.
Asimismo, otros cursantes se desempeñan en unidades de desarrollo externas. “Uno de ellos se prepara dentro de una unidad de desarrollo en conjunto con INVAP y lo importante es que ya van conociendo como se trabaja en empresas del área espacial”, ponderó Barrientos.
En 2015 comenzó el proceso de selección de alumnos. “Es importante destacar el compromiso que se asumió en la formación de los recursos humanos y este es un compromiso articulado con el plan estratégico nacional y que posiciona a la Argentina como un actor tecnológico”, afirmó Ierache.
“Para la UNLaM, ser socio tecnológico de la CONAE es significativo e importante”, consideró el profesor. Y agregó: “En un futuro, gran parte de nuestros alumnos van a ser parte del plantel de docentes de esta maestría y, posteriormente, se podría pensar en realizar un doctorado relacionado a la actividad espacial”.
Además, Ierache supone que se podrían llegar a desarrollar unidades de desarrollo de software en el área espacial dentro del Polo Tecnológico que está pronto a inaugurarse dentro del campus de la UNLaM.
Un nanosatélite hecho por universidades nacionales
Además, los estudiantes de las tres maestrías realizan un proyecto en común, que consiste en el desarrollo de un nanosatélite que estaría terminado el año próximo.
“Es muy común que en universidades de Estados Unidos y de Europa se realicen nanosatélites, pero en argentina estamos pioneros en este aspecto”, manifestó el director de la Maestría en Desarrollos Informáticos.
La empresa argentina Satellogic ha desarrollado dos nanosatélites que ya están en órbita, pero esta experiencia llega ahora a las universidades nacionales.
Estos satélites pequeños, que pesan menos de 20 kilos, brindan información útil desde el espacio y son lanzados en grupos en un mismo cohete. “Estos lanzamientos grupales hacen que el costo de la puesta en órbita se reduzca, pero la desventaja es que no necesariamente el nanosatélite va a estar en la órbita que sería más óptima y la prestación de la misión depende mucho de dónde quede ubicado el satélite”, observó el ingeniero Barrientos.
Desde luego, cuando Argentina tenga disponible su propio lanzador, el Tronador II, podrá enviar estos nanosatélites y a los satélites de estructura segmentada a la órbita que sea requerida.