“El valor histórico de los fósiles es más importante que su venta ilegal”

Guillermo Meliseo (Agencia CTyS-UNLaM) – El auditorio estaba colmado de mini-paleontólogos curiosos y expectantes por ver dinosaurios de verdad. Sin embargo, la mayoría de ellos sabía que estos animales prehistóricos se extinguieron hace más de 60 millones de años a raíz del impacto de un colosal meteorito en la tierra, según la teoría más aceptada. Aun así, ellos querían ver dinosaurios de verdad. Fue, en ese momento, cuando las luces se encendieron y apareció un gigante de carne y hueso: “Hola, yo soy el que descubre los dinosaurios con plumas”.

El público gritó, chilló, y, al mismo tiempo, pidió silencio para escuchar al hombre “que vive con los dinosaurios”, según se escuchó desde la primera fila. Porque, justamente, la presencia del reconocido paleontólogo Chino, Xu Xing,  fue ovacionada por un centenar de niños que se acercaron con sus familias al Centro Cultural de la Ciencia (C3) en los predios del Polo Científico Tecnológico para escuchar un conferencia magistral sobre los dinosaurios emplumados.
 
Xing es reconocido por haber descubierto y bautizado a más de 60 especies a lo largo de su vida. Entre sus hallazgos más asombrosos se destacan el gigantesco oviraptorosaurio Gigantoraptor, el Yutyrannus, primo del Tiranosaurus rex de nueve metros de largo, o el Linhenykus monodactylus, un terópodo carnívoro que contaba con un solo dedo en cada una de sus patas delanteras.

Varios de estos animales fueron presentados en la charla con imágenes de alta definición y a todo color, además de verse algunas réplicas en la entrada del auditorio. “Desde el C3 tenemos el agrado de contar con la presencia de una persona que revolucionó la paleontología demostrando que las aves de alguna manera descienden de los dinosaurios. Por si fuera poco, investigó el origen evolutivo de las plumas y el vuelo. Es un rockstar de la paleontología: descubrió decenas de dinosaurios fósiles y es, además, un gran contador de historias”, expresó Diego Golombek, coordinador del Programa Nacional para la Popularización de la Ciencia y la Innovación.

Al final la conferencia, el experto diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM y destacó los desafíos que actualmente debe afrontar la paleontología en relación al comercio ilegal y los saqueos: “A veces ocurre que se encuentran huesos en un asentamiento y resulta muy difícil de explicarles a las personas que viven allí que se deben proteger las piezas”, contó Xing. “Por ello, lo que debe hacer la paleontología como disciplina científica es buscar la forma de promover más conciencia sobre la importancia de los huesos fósiles de animales extintos”.

En ese sentido, el investigador alertó sobre los saqueos que se producen en los yacimientos por falta de protección, ya sea desde el Estado o las instituciones que financian las excavaciones. “Áreas que son ricas en huesos fósiles son desprotegidas y esto genera que las piezas sean comercializadas en el mercado ilegal y esto produce una gran pérdida para la paleontología. Las personas no se dan cuenta del valor histórico y científico que tiene los huesos. Tenerlo como colección privada no tiene ningún tipo de valor”, sentenció.

Al mismo tiempo, el paleontólogo destacó la importancia del estudio de esta disciplina en la Argentina al rescatar la “tradición rica en yacimientos que arrastra desde su tradición eurocéntrica”. Además, sostuvo que el país se convirtió en un lugar muy importante para estudiar y eso “motivó a que los investigadores vengan a trabajar”. Y agregó: “Yo creo que en un futuro la argentina se va a convertir en un país líder en paleontología”.

Tierra de gigantes

Imaginarse un parque donde los dinosaurios cohabitan con otros animales en completa libertad dependerá del grado de imaginación que siga teniendo Steven Spielberg.  En ese sentido, Xing sostuvo que la idea de un parque jurásico no es viable, por lo menos, en el tiempo actual. “Algunos paper sostiene que con la secuencia de proteínas se puede obtener dinosaurios puros, pero estas ideas están en discusión, porque estudios experimentales sugieren que las secuencias de ADN no pueden sobrevivir tantos millones de años”, detalló.

“El método más confiables para la reconstrucción de los dinosaurios requiere, en primer lugar, una completa y especifica comprensión de un dinosaurio, no solo como se ve sino como funciona  y, en segundo lugar, uno tendría que vincular esa apariencia con un cierto genotipo, con un patrón expresivo genético. Cuando uno tiene esa compresión, y utilizando la técnica de ingeniería genética, uno podría producir una especie artificial, pero actualmente la tecnología que contamos no es suficiente para realizarlo”, finalizó.