Aedes aegypti, un desafío para los medios
Periodistas especializados y científicos tuvieron una jornada de debate sobre la construcción de noticias a partir del mosquito transmisor del dengue, zika y la fiebre chikungunya. Las problemáticas en la cobertura mediática, el rol del Estado y de la ciencia fueron algunos de los ejes tratados.
Agencia CTyS-UNLaM - Parece que, a la hora de hablar del Aedes aegypti, las cosas se pueden poner un tanto picantes. Es que la cobertura mediática y la construcción de noticias sobre el mosquito transmisor del dengue, el zika y la fiebre chikungunya enfrenta grandes desafíos y dificultades para el periodismo. Y si la situación de por sí es compleja, ciertos errores a la hora de contar la ciencia parecieran agravar la situación.
Parte de estos ejes fueron los tratados en la primera edición de Mesada de Noticias, una iniciativa organizada en conjunto por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y por la Red Argentina de Periodismo Científico (RADPC). Llevado a cabo en el Centro Cultural de la Ciencia, el encuentro contó con la participación de las periodistas especializadas en ciencia Gabriela Vizental, Alejandra Folgarait, Valeria Román y Florencia Ballarino y de los investigadores del CONICET y docentes de la UBA, Nicolás Schweigmann y Guillermo Folguera.
Entre otras reflexiones, los integrantes de la mesa hablaron sobre el rol del Estado y sus políticas públicas para este problema, la noción de Salud y Ambiente de parte de los medios y la terminología utilizada para hablar sobre el mosquito. La periodista Florencia Ballarino, por ejemplo, expuso que debe haber una autocrítica desde el periodismo a la hora de plantear el problema como una cuestión bélica y al mosquito como el “enemigo” a vencer.
Schweigmann, doctor en Ciencias Biológicas, expresó al respecto que la idea de la guerra direcciona automáticamente a la idea de un arma para poder vencer. “Y, en realidad- especificó-, es justamente un arma lo que nos quieren vender. Con el aerosol y los repelentes no se hace un control eficiente sobre el Aedes aegypti, es necesario una campaña de prevención ya desde el invierno, incluso, porque es un momento clave”.
Dentro de las funciones y del rol de los medios de comunicación, la periodista Valeria Román señaló la posibilidad de alentar cambio de hábitos en la sociedad, a lo que el doctor Schweigmann agregó que es necesario no sólo un cambio en los adultos, sino también en los niños, a través de las escuelas. Y remarcó la importancia de que el periodista científico se forme en cada una de las enfermedades sobre las que luego va a hablar o escribir.
Por otro lado, el investigador hizo referencia a cierto “paradigma químico” a la hora de pensar las soluciones. “Desde la Segunda Guerra Mundial surgieron los antibióticos y la penicilina. Y empieza a surgir cierta idea de un producto o solución mágica que nos va a solucionar la vida. En realidad, hay que pasar del paradigma químico al paradigma del ambiente. Y pensar, sobre todo, que nuestra casa es parte del ambiente”.
Folguera, doctor en Biología y licenciado en Filosofía, prefirió poner el acento en ciertas concepciones que parten desde los medios e impactan en la sociedad de manera directa. “Tenemos que reflexionar sobre qué consideramos como Salud en Argentina. Hay veces que hay un listado de notas que pareciera marcar un estado de emergencia y sin embargo uno sabe que en junio va a pasar nuevamente a cero- apuntó-. Este doble juego de voces y silencios está con el dengue pero también con otras problemáticas”.
En este sentido, Folguera subrayó el hecho de que, desde la mirada de los medios, “lo que es noticia es la enfermedad y no la Salud. Es la enfermedad y no las personas, el dengue y no las comunidades”. El científico, además, consideró que desde el Estado –del que también se considera parte, como investigador- es necesaria una autocrítica y una reflexión sobre su tarea en los últimos quince años, tanto en las políticas tomadas como en los posicionamientos. Incluso de la ciencia misma.
“Hay cierta idea de derrame, de pensar que el saber científico y tecnológico va a derramar un bienestar ambiental para la sociedad”, explicó el académico, que sin embargo aclaró que es esencial cambiar ese paradigma. “Se tiene que dar vuelta este escenario y pensar qué problemáticas sociales y ambientales queremos enfrentar y luego con qué alternativas contamos. La ciencia y la tecnología son algunas, pero no las únicas”, concluyó.