"Las declaraciones de Hunt son una misoginia bien explícita"
La doctora Dora Barrancos, investigadora del CONICET y referente en materia de estudios de género, cuestiona las polémicas declaraciones del Premio Nobel, Tim Hunt, en referencia al rol de la mujer en la ciencia. Además, destaca el avance de Argentina en la igualdad de género en el ámbito académico.
Hace unos días, el Premio Nobel en Medicina, Tim Hunt, despertó fuertes críticas cuando declaró en un Congreso Mundial de Periodismo Científico, en Seúl, la siguiente frase sobre las mujeres científicas: "Ocurre tres cosas cuando ellas están en el laboratorio: te enamoras de ellas, ellas se enamoran de ti y cuando las criticas, lloran". La polémica declaración produjo una ola de rechazo en la comunidad académica y Hunt se vio obligado a dimitir en su cátedra de la Universidad College London (UCL). La doctora Barrancos brinda su postura sobre el tema y analiza la situación actual en Argentina en cuestiones de derechos de la mujer en el ambiente científico.
Por Dora Barrancos (especial para Agencia CTyS)*- Los dichos del Premio Nobel en Medicina, Tim Hunt, constituyen una misoginia bien explícita y produjeron una reacción concatenada de agrupamientos de mujeres científicas. Fue muy conmovedor ver la respuesta de las congéneres: 20 años atrás, posiblemente hubiera pasado completamente desapercibido.
Sin embargo, me deja un sabor amargo el hecho de que los hombres de la ciencia no estuvieran a la altura de los acontecimientos. Me hubiera gustado que los varones y barones, por el poder que suelen ejercer, hubieran reaccionado de otra forma. De ser así, estos últimos días hubieran sido jornadas muy interesantes. Hay que señalar que lo expresado por Hunt es moneda corriente en el ámbito científico. Mucha gente no se anima a expresar lo que piensa porque, felizmente, no es políticamente correcto. De alguna forma, el hecho de que no se animen ayuda a horadar el sistema patriarcal.
Las declaraciones de Hunt cobran mayor fuerza por el lugar que ocupa en la comunidad científica, ya que es un investigador muy destacado en su área. De todas maneras, hay que señalar que existen desigualdades también en el Premio Nobel. Son 17, apenas, las mujeres premiadas en el área de Ciencia en este galardón. E incluso hubo injusticias con mujeres muy notables, como el caso de Rosalind Franklin, que no fue reconocida cuando James Watson y Francis Crick recibieron el Nobel en Medicina en 1962 por el descubrimiento de la doble hélice del ADN. Había sido Franklin la que consiguió la famosa Fotografía 51, que confirmaba la estructura doble helicoidal del ADN.
Argentina, en este momento, está como uno de los países mejor ubicados en el ránking que mide la relación de la participación e incorporación de mujeres a la vida científica. Hoy en día, un 52 por ciento de investigadores del CONICET son mujeres. Pero también hay que decir que en la parte superior de la pirámide de esta institución continúa la desigualdad. En el año 2002, había apenas un 9 por ciento de mujeres en dicho espacio, mientras que hoy en día se llega al 25 por ciento. Queremos la paridad, todavía falta mucho para conseguir el reconocimiento en lugares jerarquizados.
También se han conseguido avances en materia de derechos de la mujer en la ciencia. Por ejemplo, en lo referente a la maternidad. Las becas doctorales tienen un plazo de edad de hasta 32 años. Pero, en el caso de las mujeres, se extiende de acuerdo a la cantidad de hijos que tengan: si tienen un hijo, se extiende hasta los 33; si tienen dos hijos, se extiende hasta los 34 y así sucesivamente. Lo mismo sucede con las becas postdoctorales, que se aplican hasta los 37 años, pero que se puede extender utilizando el criterio anteriormente señalado.
En cuestiones de maternidad, también se ha creado la facultad de aplazar los informes de investigación, necesarios para mantener las becas. En el caso de mujeres que den a luz, tienen hasta un año más para presentar los informes, sin que ello les suponga ningún tipo de desventaja o perjuicio. Sin duda, eso es toda una mejora.
Los medios de comunicación, por su parte, poco contribuyen a destruir el sistema patriarcal. Hay un reconocimiento, por supuesto, al trabajo de las científicas –sobre todo si se trata de premiaciones- y hay excepciones, con publicaciones que son especializadas en mujeres, como “Las 12”, del diario Página 12. Pero es poco, a nivel general, lo que los medios contribuyen a derretir el sistema patriarcal en las ciencias.
* Dora Barrancos es Licenciada en Sociología por la Universidad de Buenos Aires, magíster en Educación por la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil) y doctora en Historia por la Unicamp (Brasil). Es Investigadora Principal del CONICET, donde además se desempeña como Directora en representación de las Ciencias Sociales y Humanas desde mayo de 2010. También es Directora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.