Internet global: buscando los principios que expliquen su funcionamiento
En el marco de la celebración por el Día Mundial de Internet, la especialista en culturas digitales y licenciada en Ciencia Política, Natalia Zuazo, dialogó con la Agencia CTyS sobre el concepto de gobernanza de Internet en relación al Congreso Mundial realizado en Brasil, cuya misión fue sentar nuevas bases para la futura evolución del ecosistema de redes.
Guillermo Meliseo (Agencia CTyS) - Se inauguró en los años 60’s como un proyecto militar para acortar las distancias entre los centros de investigación y las centrales nucleares. Con el correr del tiempo y el avance de las tecnologías y las ciencias duras, tomó la forma con que hoy conocemos a la World Wide Web (WWW), tres letras de carácter funcional y necesario para acceder al interminable ecosistema virtual de Internet. Así, esta nueva forma de percibir el mundo llegó para quedarse: el 17 de mayo fue decretado por las Naciones Unidas el Día Mundial de Internet.
Por ello, desde hace ya varios años, se vienen gestando distintos congresos, encuentros de discusión y foros de debate para darle un marco estructural y legal a este gran aparato virtual de conexión digital. De este modo, surge el primer congreso destinado a debatir temas relacionados con la red de redes: Net Mundial 2014, con el objetivo de elaborar los principios de gobernanza de Internet y proponer un camino a seguir para su futura evolución.
En diálogo con la Agencia CTyS, la especialista en Culturas Digitales y Licenciada en Ciencia Política (UBA), Natalia Zuazo, expresó que la gobernanza en Internet es un concepto que abarca “la discusión de procesos y normas, tanto técnicas como de derechos, que den forma al uso de la Red”. Al respecto, remarcó que, en el encuentro de NET Mundial, “se redactó un documento, que tendrá que seguir en discusión, que incluye líneas de acción consensuadas por la comunidad internacional para que luego los Estados desarrollen sus propias leyes para intervenir en casos de conflicto que afecten a sus ciudadanos”.
Los debates en foros y encuentros de “gobernanza de Internet” generan discusiones entre diversos actores, entre ellos gobiernos, empresas y asociaciones de usuarios. “Con avances, y retrocesos, las discusiones proponen generar políticas para temas como el libre acceso a la información, gestionar políticas de privacidad de contenidos y evitar el espionaje masivo, además de sancionar el abuso de las compañías de servicios”, informó la especialista.
Algo similar ocurrió con el concepto de “Neutralidad de la red”, el tema que generó más debate en Net Mundial 2014 y que finalmente quedó fuera del documento final. La neutralidad de la Red implica que los proveedores de servicios de internet (las empresas de telecomunicaciones), no pueden diferenciar la tarifa de acuerdo a los paquetes de contenidos.
“Por ejemplo, no pueden cobrarle más dinero a un usuario que se la pasa mirando películas en Netflix todo el día, y a otro usuario cobrarle menos por solo abrir el correo electrónico una vez al día. Claramente, las empresas quieren cobrar diferenciado, sin neutralidad, pero esta neutralidad es una base para que Internet conserve su naturaleza de intercambio, un derecho importante que reclaman varias organizaciones, y también algunos Estados que participaron de NET Mundial”, ejemplificó Zuazo.
Entonces, ¿cómo se podría llegar a un consenso entre todos los países si son las empresas las que se oponen a los temas más importantes?
Yo creo que el documento último, como en toda negociación internacional, va a dejar siempre contentos a unos y con quejas a otros. Pero también es importante qué hace cada país internamente. En el caso de Argentina, el secretario de Comunicaciones, Norberto Berner, anunció, el día de la inauguración de NET Mundial, la creación de la Cámara Argentina de Políticas de Internet (CAPI), un organismo con múltiples partes interesadas. Es algo similar al Comité Gestor de Internet de Brasil, que existe desde el 1995 y organizó NET Mundial. En paralelo, otra cuestión importante, que va más allá del documento, es que los países, por ejemplo los de América Latina, desarrollen sus propias infraestructuras de Internet, que no dependan de las empresas concentradas de telecomunicaciones y estén regidas por las leyes de las “potencias”. Un ejemplo es el cable submarino de fibra óptica que está desarrollando un grupo de países pertenecientes al los BRICS, para unir y mejorar el acceso de los países del sur, África con India con Brasil. También Argentina está desarrollando, paulatinamente, Argentina Conectada, que es un programa de fibra óptica que va a conectar algunas ciudades y regiones todavía subconectados respecto de las grandes urbes, que tienen mejores accesos y tarifas porque les rinde más a las empresas. En control de la infraestructura es tan importante como las leyes.
¿Y de haber un acuerdo entre las naciones partes, este documento último, cuándo empezaría a entrar en vigencia?
No son documentos que “entren en vigencia”. Son discusiones que sientan bases para luego generar reglas a nivel local, o para guiar a los organismos internacionales en la adopción de políticas para la evolución de Internet. Se usa un modelo llamado multistakeholderismo, es decir, de múltiples actores interesados (gobiernos, empresas privadas, parte de la sociedad, fundación u organismo de usuarios, etc.), que elaboraran una serie de documentos con algunas recomendaciones para el desarrollo y la aplicación de normas, reglas y procesos de tomas de decisión que den forma a la evolución de Internet. Estas normas y reglas no son vinculantes, es decir, son sugerencias que pueden (o no) seguir los Estados para sus políticas locales en Internet.
La presentación de este congreso mundial requirió la participación de 97 países y de 188 contribuciones, tanto de países como de empresas privadas y asociaciones civiles. Los países que se negaron a la firma del documento final fueron Rusia, China, India y Cuba.
En lo que respecta a las otras naciones (las que sí firmaron el documento), para Zuazo, se requiere la participación ciudadana, “como para que todos podamos entender la política de Internet, para reclamar leyes locales o regulaciones e interesarnos sobre como las empresas locales usan o toman nuestros datos”. Para concluir, apeló a la colaboración de todos: “No hay proceso de decisión efectivo y democrático si no nos involucramos y participamos todos juntos”.