Buscan comprender su biología para conservar la especie
Desde CONICET investigan las características de la franciscana para garantizar la preservación de este cetáceo que se encuentra en estado de vulnerabilidad frente a los efectos del descuido humano por el escaso conocimiento que se tiene sobre su existencia.
Agustina Fuertes (Agencia CTyS) - Inquieta, divertida, y con una actitud simpática y juguetona, la franciscana o más conocida como “delfín del Plata” habita la zona costera de Argentina, Brasil y Uruguay alimentándose principalmente de peces pequeños y calamares, lo que la lleva a enfrentarse a uno de sus peores enemigos: las redes pesqueras.
“La principal causa de muerte de esta especie es el enmalle accidental en redes de pesca artesanal, las cuales se mantienen fijas en los sectores costeros”, asegura Diego Rodriguez, Licenciado en Biología e investigador de CONICET que participa en un trabajo que pretende comprender los aspectos biológicos y ecológicos de estos mamíferos marinos del sector bonaerense.
Estas redes agalleras que se mantienen fijas en los tres países “generan anualmente la muerte de tres mil delfines en toda Sudamérica, de los cuales entre 600 y 800 corresponden al territorio argentino”, asegura el científico. La situación continúa vigente y no se han observado mejoras durante los últimos años, es por esto que La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasificó a la franciscana como una especie vulnerable frente a la acción humana y el deterioro ambiental.
“Es necesario trabajar en íntima relación con la comunidad pesquera para encontrar formas que permitan disminuir en parte esta mortalidad”, resalta Rodríguez en diálogo con la Agencia CTyS, y prepondera la necesidad de que existan nuevos métodos pesqueros que reduzcan la cantidad de enmalles para generar una pesca diferente que sea más sustentable y menos dañina.
Estrategias alternativas
Su color pardo le otorga a este pequeño delfín un gran poder de camuflaje que debería garantizar su supervivencia, sin embargo, esta característica parece no ser suficiente: los investigadores estiman que durante las próximas 3 generaciones, la especie se reducirá un 30% debido al estrés ambiental, el enmalle y la contaminación.
Como respuesta ante esta problemática, las alarmas acústicas fueron planteadas, en un principio, como estrategia de mitigación para que la franciscana detecte tempranamente la presencia de las redes y las eviten, pero “si bien disminuyeron el nivel de enmalle, se produjo un efecto contrario en los lobos marinos, los cuales fueron atraídos hacia las alarmas para predar sobre los peces allí presentes, destruyendo las redes por completo”, asegura el especialista.
A nivel mundial, esta alternativa arrojó resultados dispares, ya que en algunos casos ha disminuido el enmalle, y en otras no ha dado resultado. Por esto, desde CONICET intentan estudiar su crecimiento, desarrollo, condición física y el ciclo que cumple la especie durante su primer año de vida, y así evitar su extinción.